"Esas preocupaciones son infundadas y por tanto no queremos generar pánico”, se le oyó decir al canciller Luis Gilberto Murillo, en torno a las advertencias en Colombia sobre otra crisis humanitaria ante una probable nueva salida masiva de venezolanos por la crisis sociopolítica.

Resulta que las campanas de alerta que han hecho sonar los académicos, expertos y gobernantes de departamentos y municipios fronterizos tienen ahora un respaldo estadístico sobre el momento que se vive en ese país, luego de las elecciones presidenciales.

Al ministro de Relaciones Exteriores le corresponde junto con sus asesores sopesar los resultados de una encuesta de Flash Meganálisis Verdad Venezuela, que muestra un inquietante panorama en el corto plazo sobre otra posible movilidad ocasionada por la incertidumbre y el desánimo generado por el resultado de los comicios.

La consulta hecha después de la jornada del 28 de julio indica que por lo menos 100.000 personas tienen previsto cruzar las fronteras en cualquier momento, pero uno de los picos más altos estaría entre diciembre y el año entrante, con por lo menos 2.6 millones de personas en calidad de migrantes en busca de refugio.

Luego si el panorama actual no cambia y se consolida la reelección de Nicolás Maduro, lógicamente en Colombia es urgente tomar las medidas necesarias para la atención humanitaria y de apoyo a las regiones para que puedan soportar la llegada de personas en condición de migrantes de paso o con la intención de asentarse en las áreas a las que lleguen.

En el caso de Norte de Santander hay municipios muy sensibles y vulnerables frente a movimientos migratorios como el esperado, como es el caso de Villa del Rosario, Cúcuta y Pamplona, por ejemplo, y que hasta el momento no han recibido ninguna clase de instrucción o de alistamiento para este caso en concreto.

Hay que tener en cuenta que en Latinoamérica Colombia es el país con más migrantes venezolanos, con un total de 2’857.528 hasta enero del presente año. Human Rights Watch ha dicho que Venezuela con los 7.7 millones de habitantes que decidieron huir del país en medio de la crisis generalizada que lo afecta desde hace varios años, ha generado una de las mayores crisis migratorias del mundo.

Estos antecedentes, las mediciones y las notificaciones son elementos más que suficientes para que el Gobierno Nacional esté preparado para dicha contingencia, porque si nos atenemos a la encuesta comentada, el 43,2% de los venezolanos está pensando en migrar, de los cuales el 22,3% lo haría el año entrante y el 15,6% después de diciembre.

Así que el canciller Murillo y su equipo es mejor que dispongan anticipadamente la estrategia a seguir y no vayan a verse sorprendidos por una llegada masiva de personas del vecino país sin que exista ninguna clase de plan especial previsto, asunto en el cual es indispensable trabajar en conjunto con Acnur y la OIM.

En situaciones de esta naturaleza no puede descartarse nada. Hay que tener en la carpeta la posibilidad de decretar la emergencia migratoria, por ejemplo, y disponer los recursos económicos necesarios para la red hospitalaria y los colegios, para que a esa población se les ofrezca la atención debida.

El reloj, las semanas y los meses que restan de este año, antes del 10 de enero, serán claves para el desenvolvimiento de los acontecimientos en Venezuela, cuya dinámica impacta a Colombia.

Ojalá la transición democrática se dé y la solución se active en el país vecino. 

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