A dos ministerios muy importantes para la movilidad, conectividad, seguridad ciudadana y paz han llegado dos nortesantandereanos, cuya interlocución con la Presidencia de la República y el centro del poder resultará muy valiosa para la región.

En máxima ebullición se encuentran la expectativa y el optimismo por los nombramientos del presidente Gustavo Petro de María Constanza García Alicastro, en el ministerio de Transporte, y de Juan Fernando Cristo como ministro del Interior.

Desde el punto de vista de participación de esta zona fronteriza en el gabinete presidencial, esto equivale a un giro de 180 grados, que se espera pase a convertirse en hechos concretos para la activación de proyectos viales estratégicos  y la inversión en el frente de la seguridad, por ejemplo.

Siempre hemos manifestado que ¡Cúcuta es Colombia! a manera de hacerle ver al Gobierno Nacional que se necesita con urgencia su participación con inversión pública y que le ponga el foco a la región con una estrategia para ayudarnos a enfrentar la dramática situación de violencia que se padece en el área metropolitana.

Desde esta parte del país se confía en que –por ejemplo- la ministra deje avanzada el plan para transformar en una vía de quinta generación la carretera Cúcuta-Ocaña, para que adquiera las características de la supermoderna doble calzada Cúcuta-Pamplona.

Y otra tarea que desde los Santanderes se espera tenga prelación en el despacho de la cucuteña García Alicastro, es la reconfiguración del proyecto Pamplona-Bucaramanga, para que mediante los ajustes técnicos, ambientales y presupuestales, no se engavete para siempre, teniendo en cuenta la importancia de contar con un revitalizado corredor vial como ese.

Gremios como el de los transportadores de carga que reaccionó favorablemente con la designación de la ministra cucuteña, le plantearon que ella baraje la posibilidad de un túnel en el sector de El Tarrita para prevenir nuevos impactos sobre la vía como el de la avalancha del 31 de mayo del año pasado.

Es que son tantos nuestros asuntos pendientes en materia de movilidad, que por ejemplo sus coterráneos esperarían que la ministra les dé una mano para encontrar soluciones definitivas en la conectividad con Arauca, por la vía de La Soberanía.

Al recién nombrado ministro Cristo, quien cuando estuvo en esa cartera en el gobierno de Juan Manuel Santos dirigió hacia el departamento inversiones para seguridad por $132.000 millones, el pedido es que repita eso o mucho más en aspectos como cámaras de vigilancia, Inteligencia Artificial, identificación biométrica, drones, entre otros.

Al ser también nuestro departamento uno de los ejes del proceso de paz con las Farc, en cuya implementación del acuerdo final está empeñado el funcionario por orden del presidente, las esperanzas porque esto se logre, se crecentaron en la región.

Sabedores de que la agenda es apretada, lo importante es que al menos ahora hay dos opciones para ir a tocar la puerta y mediante la interlocución y gestión que por su intermedio se impulse, el departamento obtenga  un mejor tratamiento desde la Casa de Nariño y su equipo gubernamental, a fin de apoyarlo en la superación de la diversidad de males que lo aquejan desde hace décadas.

Pasar de cero a dos, que al menos tengan acceso directo al jefe de Estado y le hagan entender la importancia de esta zona del país y le indiquen que somos un territorio que requiere ser sacado del olvido gubernamental y tenderle urgentemente la mano.

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