Cúcuta fue sede el noveno Congreso Nacional de Iniciativas Clúster, que dejó sustanciales enseñanzas tanto para el Gobierno Nacional como para el empresariado.

El planteamiento del ‘tiburón’ Samy Bessudo que alabó a los emprendedores regionales y nacionales llamándolos una maravilla, aunque cuestionó el ambiente para hacer negocios e invertir en Colombia, es algo para tener en cuenta.

Esperemos que los delegados gubernamentales hayan tomado nota en cuanto a su inquietud sobre las reglas de juego en el país, pidiendo que fueran un poco más estables y más claras para permitir el crecimiento y fortalecimiento del tejido empresarial.

Las garantías jurídicas, económicas, políticas y de trámites expeditos sin corrupción, son sin duda indispensables para zonas como la nuestra con el fin de emprender el desarrollo industrial y la generación de empleos de calidad.

Y aunque hay mucho por hacer para lograr ese clima expedito, es destacable que el turismo, el sector minero energético y la tecnología sean vistos como ejes para darle potencia a la economía regional.

Hay que darle todo el apoyo a la estrategia lanzada por el Ministerio de Comercio de apostarle a la reindustrialización del turismo en Norte de Santander.

Las acciones en llave entre los sectores público y privado, en este caso representados por Colombia Productiva y la Cámara de Comercio de Cúcuta, es la mejor opción para lograr sacar adelante proyectos de esta naturaleza, razón por la cual debe multiplicarse.

Afortunadamente, por lo conocido en este congreso especializado, algo parecido se está haciendo en la región para estructurar la creación del clúster minero energético, campo en el que el departamento tiene un gran potencial en áreas como el carbón, entre otros.

Y aquí también tiene que tomarse en cuenta la observación de Bessudo de lograr establecer un turismo binacional con Venezuela, para que en un trabajo conjunto saquen muchos beneficios.

Eso es razonable porque una región fronteriza como la nuestra, más allá de las ideologías, está llamada a edificar su progreso económico y social de manera conjunta. En ese sentido hay que dejar de lado las cuestiones políticas y centrarse en pensar en los pueblos de lado y lado del río Táchira, como beneficiarios de ese proyectado desarrollo.

Y aunque eso lo sabemos es bueno que venga alguien de afuera y nos lo refresque, como lo hiciera este ‘tiburón’ que es el presidente de Aviatur, al que incluso se le debería vincular como una especie de asesor externo por su experiencia y conocimiento en el tema.

Y algo que no solo debe de haber quedado sonando sino que debe proceder a profundizarse en el sector privado local es el uso de las herramientas digitales y la tecnología para crecer, mejorar y ser más eficientes en el mercado como lo planteó el ‘tiburón’ Mauricio Hoyos.

Pese a los nubarrones en el horizonte, a la zozobra y los problemas no resueltos, es bueno que el empresariado aproveche estas instancias con la presencia de especialistas y no desfallecer hacia el cumplimiento y consolidación de metas en la reindustrialización, la diversificación de mercados y el fortalecimiento de diversos sectores productivos de la economía regional.

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