El Concejo de San José de Cúcuta aprobó el Acuerdo 044, una normativa con la que se modificarán las disposiciones sobre los uniformes escolares en las instituciones educativas oficiales de la ciudad.
Esto, con el objetivo principal de disminuir el impacto económico para las familias del municipio, al reducir la cantidad de piezas que conforman los uniformes de uso diario y de educación física.
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Es decir, que ahora, los uniformes oficiales deberán estar compuestos por un máximo de cinco piezas, cuya definición y aprobación será responsabilidad de los Consejos Directivos de cada plantel educativo.
Jesús Sepúlveda Bermonth, concejal de Cúcuta y autor del proyecto, manifestó que la propuesta surgió tras analizar los múltiples gastos que enfrentan las familias al inicio del año escolar, como la alimentación, los útiles escolares, el transporte, el acceso a internet y, además, los uniformes.
“La intención es reconsiderar la cantidad de piezas del uniforme escolar sin afectar la identidad de cada uno de los colegios, sino que cada Consejo Directivo tomará la decisión de disminuir las piezas, poniéndose la mano en el corazón hacia los padres de familia, para que sea más accesible comprar los uniformes y garantizar el acceso a la educación”, mencionó el munícipe.
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Sepúlveda indicó que, con este proyecto, los acudientes ya no tendrán excusas para no enviar a sus hijos al colegio porque no tienen uniformes.
En este sentido, precisó que la norma aplica para todos los colegios de Cúcuta, es decir, tanto para los que cuentan con el uniforme unificado como para los que han hecho cambios con estos.
Por ejemplo, los Consejos Directivos podrán determinar si se quitan prendas adicionales como la camisa de gala o se ajusta el uniforme de educación física que además de la sudadera y el camibuso, incluye franelilla y pantaloneta o short.
“Cada colegio decide, porque esto no es para que se nos convierta en que debemos hacer nuevos uniformes, no. La idea es que los uniformes actuales puedan seguir utilizándose mientras se hace la transición, sin imponer nuevas compras innecesarias”, detalló Sepúlveda.
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El munícipe explicó que las instituciones educativas tendrán un término de dos años, para atender las disposiciones del Acuerdo, tiempo en el que tendrán que ajustar sus manuales de convivencia y garantizar que los padres de familia estén informados sobre los cambios.
Asimismo, el documento deja claro que la falta de uniforme no será motivo para negar el cupo o la asistencia de un estudiante a las actividades escolares, ni tampoco se les podrá exigir a los acudientes que las prendas sean de unas marcas específicas o adquiridas en un lugar especial.
La Secretaría de Educación será la encargada de supervisar y controlar el cumplimiento de esta normativa, asegurando que los colegios respeten los lineamientos establecidos y no impongan condiciones adicionales que perjudiquen a los padres de familia.
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