De acuerdo con los resultados del estudio Global Workforce of the Future 2022 del Grupo Adecco realizado a 34.200 encuestados administrativos y no administrativos en 25 países, donde se evidenció que los empleados de hoy se enfrentan a una serie de retos que han adquirido mayor importancia debido a los cambios que comenzaron con el COVID-19 o que se aceleraron con éste; además, se concluye que aunque la satisfacción general de los colaboradores es alentadora (70%), los líderes aún deben abordar varias preocupaciones, como lo es la brecha entre la fuerza laboral administrativa o de escritorio, y la que no lo es.

Después de sufrir cambios drásticos provocados por la pandemia, las condiciones laborales en general se han estabilizado; de hecho, el estudio arrojó que el 69% del talento humano afirma que está contento con su trabajo, sin embargo, los colaboradores no administrativos informan una baja satisfacción, de hecho creen que es más difícil mantener la salud mental y el bienestar (52%) versus los empleados de escritorio (65%).

A pesar de la alta satisfacción, un número significativo de trabajadores está reevaluando su vida laboral, influenciando a sus compañeros a hacer lo mismo, de hecho se evidenció que cuando ven que sus colegas renuncian, el 70% considera hacerlo y el 50% realmente toma medidas al respecto, siendo la Generación Z quienes tienen 2,5 veces más probabilidades de abandonar su empleo comparado con los Baby Boomers.

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Dentro de las principales razones para desertar, se encuentran: el salario, flexibilidad, desarrollo profesional, salud mental y bienestar. A pesar de la situación económica actual y los disturbios geopolíticos, los trabajadores continúan creyendo que tienen poder sobre las empresas para elegir dónde trabajar, por lo tanto, el 72% no está preocupado por perder su empleo, esto es un aumento significativo sobre la cifra de 2021 que fue del 61%.

Otra razón por la que los empleados no se sienten amenazados, es porque están siendo buscados activamente por cazatalentos o competidores, incluso, una quinta parte de los encuestados que afirman que renunciarán en el próximo año, ya están siendo reclutados (17%) y el 61% asegura que podría encontrar un nuevo trabajo en seis meses o menos.

Salario e inflación

El informe indicó que el sueldo es un factor importante para toda la fuerza laboral y lo ven como una forma cómoda de definir el éxito, siendo un criterio clave a la hora de evaluar un nuevo empleo, incluso, el 45% de los que dicen que dejarán su puesto en los próximos 12 meses lo hará para conseguir un mejor pago.

Sin embargo, este no es el único factor que afecta las actitudes de los trabajadores, dado que  entre los que se sienten comprometidos con su puesto, la remuneración económica está de sexta en su lista de prioridades y solo el 25% citan el salario como motivo, en cambio, la estabilidad, la conciliación y la flexibilidad ayudan a la retención.

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Sumado a este panorama, la inflación está dificultando la retención del talento, lo que hace que los colaboradores se inquieten y cambien sus prioridades. En efecto, seis de cada diez, temen que su paga no sea lo suficientemente alta como para hacer frente a las tasas de inflación actuales, siendo los Millennials y la generación Z los más preocupados, y aquí empieza a surgir realmente la división entre los empleados administrativos y los que no lo son, ya que algo más de la mitad (51%) de los últimos, confirman que están buscando un segundo empleo para subsistir e incluso,  el 35% admite que presta servicios extra.

Flexibilidad

Durante la pandemia, la adaptabilidad se convirtió en un componente de retención vital para las empresas, y en mundo post-covid, la capacidad de trabajar desde varios lugares y dispositivos se ha vuelto una prioridad para la fuerza laboral de oficina, especialmente para los más jóvenes, en cambio, solo tres de cada diez no administrativos comprometerían su sueldo para aumentar la flexibilidad, por lo que las organizaciones tienen la oportunidad de implementar nuevas formas de trabajo basadas en la tecnología, que podrían fomentar la adaptabilidad para todos los trabajadores, ayudando a cerrar esta brecha, por ejemplo, aumentando la capacidad de controlar a distancia las herramientas de una planta de producción.

Progreso Profesional

La investigación revela que 34% confirma que la falta de oportunidades de crecimiento profesional son su principal motivo para renunciar, no obstante, se encontró que los colaboradores desaprovechan estos espacios, las conversaciones sobre su carrera profesional, así como las posibilidades internas de progreso. Esta sección del estudio, obtuvo la puntuación de satisfacción más baja de todos los factores analizados, por lo que se deduce que el problema está ligado a la escasez de talento que aquejan las compañías, por lo que resulta desalentador que los empleados no sean más proactivos.   

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Salud Mental

Una cuarta parte de los trabajadores afirmaron que su salud mental había empeorado en el último año, en donde las mujeres sienten más preocupación, sin embargo, fue alto para ambos casos. Contrario a ello, menos de la mitad de los encuestados, cree que su empresa lo está haciendo bien en lo que respecta al apoyo a la salud mental y bienestar.

Las inquietudes por este asunto llevan a temer al agotamiento, por lo que uno de cada dos colaboradores está preocupado por la posibilidad de padecer de esto en el futuro. Una elevada proporción (36%) asegura haber sufrido burnout en los últimos 12 meses, y uno de cada cuatro trabajadores ha abandonado su puesto por ello.

Este sondeo revela que las organizaciones pueden identificar los signos de agotamiento de los trabajadores y abordarlos, impulsando la flexibilidad y la autonomía en el horario laboral para combatir el cansancio y prevenirlo.

Aunque es esencial ayudar a los empleados agotados, la prioridad es implementar medidas de prevención, por ejemplo, hay que animar a la fuerza laboral a que soliciten las vacaciones anuales a las que tienen derecho (actualmente, solo un 30% lo hace), también, impulsar a que se tomen días de incapacidad cuando se sientan mal mentalmente, y no sólo físicamente, puesto que solo el 17% se siente cómodo haciéndolo.

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