Recientemente, Marilyn Patiño, la polifacética actriz, cantante y presentadora colombiana, sorprendió al mundo con una nueva faceta: la de escritora.
Su autobiografía, ‘Cuántas veces he dicho… me quiero morir’, no solo marca un hito en su carrera, sino que también abre una ventana a las profundidades de su alma, ofreciendo un relato crudo y conmovedor sobre la resiliencia humana.
“Este libro es un acto de valentía”, afirmó Patiño durante una entrevista con La Opinión. Y no es para menos. Desde el título, el libro impacta, sacudiendo la conciencia del lector con la crudeza de una frase que, según la autora, resume momentos de su vida en los que el dolor parecía insoportable.
La obra recorre episodios desgarradores, como el abuso sexual que sufrió en su infancia y el asesinato de su padre, eventos que marcaron sus primeros años y moldearon el curso de su vida.
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La terapia de escribir para sanar
“Escribir fue mi salvación”, confesó Patiño durante la conversación. Para la actriz, el proceso de plasmar en palabras sus vivencias no fue fácil, pero sí profundamente liberador.
“Revives el dolor, lo sientes otra vez, pero también lo entiendes. La escritura te lleva a la raíz del problema, y desde ahí, puedes empezar a sanar”, sostuvo.
El libro está estructurado en torno a tres momentos críticos en los que la autora sintió que la vida le exigía más de lo que podía dar. Cada capítulo se convierte en un viaje de introspección, donde el lector es invitado a reflexionar sobre sus propios desafíos y a buscar la fuerza necesaria para enfrentarlos.
Uno de esos momentos, relató la caleña, fue el asesinato del padre de sus hijos, un trágico eco de la muerte violenta de su propio padre. “Me vi reflejada en mis hijos. Mi hijo tenía la misma edad que yo cuando perdí a mi padre. Fue como si la historia se repitiera. Pero ahí entendí que debía romper con esas herencias ancestrales, con esos ciclos de dolor que se transmiten de generación en generación”.
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El perdón
Un tema central en la obra es el perdón, una lección que la actriz aprendió a través de años de lucha interna. “El perdón no es algo que se da de un día para otro. Es un proceso. Primero tienes que identificar cómo te sientes, aceptar esas emociones y luego dar el paso hacia la liberación. Perdonar no es justificar, es soltar”, explicó.
Para la autora, el perdón fue también el puente que le permitió reconciliarse con su fe. Aunque reconoció que tuvo altibajos en su relación con Dios, hoy afirma que esa conexión fue clave para su sanación.
“Dios te da pruebas que, aunque no entiendas en el momento, tienen un propósito. Él te ama tanto que te obliga a enfrentarte a lo que te duele para que puedas salir más fuerte”, señaló.
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Un mensaje de vida y esperanza
Más allá de las adversidades, ‘Cuántas veces he dicho… me quiero morir’ es un canto a la vida. La artista se describe como una sobreviviente, pero también como una mujer que aprendió a amar y a valorar cada experiencia, por dura que sea.
Su papel como madre fue fundamental en este proceso. “Mis hijos son mi motor. Por ellos entendí que no podía rendirme. Ellos me dieron la fuerza para cambiar, para ser mejor y para encontrar una razón para seguir adelante”.
La cantante también se refirió al momento en que, enfrentando un embarazo no planificado, a sus 50 años, consideró la posibilidad del aborto.
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“Sentí miedo, no me sentía preparada, pero en ese instante entendí el valor de la vida. Decidí darle una oportunidad a ese ser indefenso y eso cambió mi perspectiva para siempre. Entendí que matar tu raíz, y más como mujer creadora, no es algo saludable para tener una buena comunicación y relación con Dios, incluso con el resto de las mujeres, porque la mujer es creadora de vida, protectora y cuidadora”, reveló.
Con su libro, Patiño no solo busca contar su historia, sino también tender una mano a quienes atraviesan situaciones similares.
En su última reflexión, Marilyn dejó un mensaje esperanzador: “La vida no es fácil, pero es hermosa. Cada prueba nos moldea, nos transforma. Y aunque a veces parece que todo está perdido, siempre podemos encontrar la luz, si estamos dispuestos a buscarla”.
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