Cindy Ávila, mejor conocida en el ámbito artístico como La Toxi Costeña, alcanzó la popularidad gracias a su éxito Macta llega, una canción de champeta que revolucionó las celebraciones en la región Caribe y logró trascender hasta el interior del país, cautivando a una gran audiencia a pesar de las críticas.

Actualmente, como concursante en la segunda temporada de La Casa de los Famosos, ha mostrado una faceta más íntima y emotiva, dejando de lado su imagen de influencer y cantante. Durante su participación en el reality, compartió su historia personal, logrando conmover profundamente a los espectadores, incluyendo a la presentadora Carla Giraldo, quien no pudo contener las lágrimas al escuchar su relato de superación y fortaleza.

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Una infancia difícil: El pasado desconocido de La Toxi Costeña

Originaria de Sincelejo, Colombia, Cindy tuvo una infancia difícil. Apenas vio a su padre en dos ocasiones y nunca logró establecer un vínculo sólido con su madre. Sin embargo, encontró en su abuela un refugio de amor y ternura, siendo ella quien la cuidó con dedicación y la arrulló en una mecedora hasta los nueve años. Su vida dio un giro drástico cuando, a los 15 años, su madre la expulsó de la casa, obligándola a enfrentar la dura realidad de la calle.

La Toxi Costeña recuerda con dolor las noches en las que no tenía un techo donde dormir y los días en los que pasaba hambre. “Mi abuela era todo lo que tenía, todo lo bueno y bonito que conocí”, expresó con nostalgia. En su lucha por sobrevivir, halló refugio temporal en una casa donde, lamentablemente, no siempre había espacio para ella. “Algunos días dormía en el piso, pasé varios días sin probar bocado. Aprendí a defenderme de los hombres, porque estaba sola en la calle”, relató.

Su vida estuvo marcada por momentos de extrema dificultad, pero su resiliencia la llevó a seguir adelante. En un punto crítico de su historia, decidió escapar de la casa donde se encontraba y, en medio de esa huida, quedó embarazada. Cuando regresó a Sincelejo, muchas personas la juzgaron por su estado de gestación, pero ella lo percibió como una bendición. “Ver mi embarazo fue darme cuenta de que iba a tener algo mío. La primera persona que me dijo ‘te amo’ fue mi hijo”, expresó entre lágrimas. Su primogénito, Johan, se convirtió en su principal motor y en la razón por la que encontró fuerzas para seguir luchando. 

Ya con dos hijos, tomó la decisión de trasladarse a Cartagena en busca de nuevas oportunidades. Encontró empleo en una empresa, pero desafortunadamente fue víctima de un robo que la dejó sin ingresos. “Le dije a Dios: ‘Si me trajiste a este mundo para ser tan infeliz y hacer infelices a mis hijos, no quiero estar aquí’. Y dos semanas después, ya era La Toxi Costeña”, recordó.

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El giro en su vida llegó gracias a las redes sociales. Un amigo, con quien solía compartir largas conversaciones nocturnas, comenzó a difundir en TikTok los audios que ella le enviaba, en los cuales relataba sus historias con un tono humorístico. Estos audios rápidamente se volvieron virales, llevándola a ganar reconocimiento en la plataforma. Un día, su hijo le propuso explorar la música: “Mami, los influencers están haciendo música, ¿por qué no te inventas una canción?”, le sugirió.

Sin nada que perder, Cindy decidió convertir en canción uno de sus audios más populares, Macta llega. Para su sorpresa, el tema no solo se viralizó, sino que transformó su vida y la de sus hijos, dándoles nuevas oportunidades. La presentadora Carla Giraldo, profundamente conmovida, reflexionó sobre su historia y comentó: “Muchos soñamos con una familia que no tenemos. Oír a La Toxi, aunque sea solo un minuto en redes, me ha permitido conocer su historia y darme cuenta de que, al final, uno se queja sin razón. Hay que luchar y no preocuparse, sino ocuparse”.

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