En medio del dolor y la resignación, este jueves 20 de febrero, el municipio de Cucutilla despedirá para siempre a una de las mujeres más destacadas de su tierra: Martha Isabel Pérez Páez, quien falleció la mañana del 17 de febrero, tras un trágico incidente en una cirugía.
Martha Isabel tenía 41 años, era la jefe de médicos de la Clínica Medical Duarte en Cúcuta y partió de este mundo hacia las 9:00 de la mañana de ese lunes, mientras intentaba realizarse una cirugía plástica en la Clínica Norte, ubicada en la misma ciudad.
Esa mañana, la mujer llegó a las 4:30 de la madrugada a la clínica, donde fue citada por el cirujano plástico, quien le practicaría una liposucción. Horas más tarde, dos amigas y una tía estaban afuera del centro médico a la espera de que todo saliera bien y que ella despertara para llevarla a casa y allá cuidarla. Pero, el destino estaba escrito de otro modo.
La Opinión conoció detalles de los momentos de antesala de ese trágico hecho.
Según un allegado familiar, la médica le pidió a su cardiólogo y anestesiólogo de confianza, para que estuvieran allí presentes junto a ella. Y así fue. Ambos profesionales y además amigos muy cercanos estuvieron y participaron del procedimiento. Pero cuando llegó el proceso de la aplicación de la anestesia, la mujer sufrió una reacción adversa que resultó en un paro cardíaco.
“El cirujano plástico ni siquiera logró realizarle la operación y Martha Isabel se fue de manera inesperada”, dijo la fuente.
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Aunque el cardiólogo, su amigo y todo el resto del equipo médico presente hicieron todo por reanimarla y volverla a traer con ellos, fueron en vano los esfuerzos. Lo que vino después fue la llamada de uno de los especialistas a la familiar y amigas que estaban afuera.
“La hemos perdido”, dijeron al otro lado del teléfono a una de las amigas. Todo fue llanto y desconsuelo.
Aunque La Opinión se comunicó con la gerencia de la Clínica Norte para conocer de manera oficial lo ocurrido, no obtuvo respuesta alguna.
Una vida admirable
Originaria del municipio de Cucutilla, Martha Isabel fue la mayor de tres hermanos y no tenía hijos. Su vida estuvo marcada por la entrega a su profesión y el amor a su familia. La noticia de su partida dejó consternados a quienes la conocían, pues no solo fue una excelente médica, sino también una mujer con una fortaleza única.
“Su hogar siempre estaba impecable, reflejo de su carácter meticuloso”, dijo una tía.
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La familiar recalcó que con Martica, como le decían de cariño, no hubo manera de que cambiara de opinión ante su decisión de operarse.
“En diciembre supe de lo que planeaba y yo le manifesté mi preocupación porque ella desde pequeña ya había tenido cirugías cardíacas. Y le insistí que lo considerara, pero su decisión fue firme. Es que cuando algo se le metía en la cabeza, nada ni nadie la hacía cambiar de opinión”, agregó la familiar.
Graduada de bachiller en la Institución Educativa Monseñor Ricardo Trujillo Gutiérrez de Cucutilla, Martha Isabel fue una destacada estudiante. Su vocación por la medicina la llevó a la Universidad de Santander, donde obtuvo su título de Médico General, y luego se especializó en Argentina como Médica Internista y Neumóloga. Su dedicación a su carrera fue reflejada en su trabajo como directora Médica de la Clínica Medical Duarte.
Hoy, a la 1:00 de la tarde, se llevarán a cabo las exequias en la iglesia Inmaculada Concepción de Cucutilla.
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