El año pasado se le dio un nuevo significado a nuestros hogares que pasaron de ser lugares familiares y de descanso, a nuestro lugar de trabajo, de meditación, de resguardo. Por eso, las nuevas tendencias en decoración vienen cargadas de frescura, naturaleza, esperanza, solidez y confianza, pero sin perder la elegancia.
Inspirados en estos conceptos, los tonos crudos y tierra, son los colores naturales por excelencia para ese encuentro. Transmiten armonía, elegancia, calidez, pero sobre todo versatilidad a la casa.
“Estando permanentemente en casa, las personas se han percatado de objetos innecesarios que ocupan un espacio fundamental para desarrollar actividades que no se pueden hacer fuera de casa como estar en contacto con la naturaleza, por ese motivo, esta será una de las tendencias más importantes en este año nuevo”, explicó Dalila Páez, directora de Visual Merchandising en Jamar.
“Los muebles de madera de roble en especial los tonos tierra que dan lugar a lo orgánico, a la artesanía y la naturalidad, a texturas y fibras, son una buena idea para conseguir esa conexión con la naturaleza, y esto es justo lo que se ve reflejado en nuestra nueva colección CYPRESS”, explicó la experta.
Un buen lugar para empezar este cambio es la sala. La recomendación de la temporada es una sala Floyd tapizada en tela eurolino Marfil con tecnología Ultratex de fácil limpieza y desinfección.
Sin embargo, si tu estilo es más sofisticación y buscas generar espacios neutros de gran elegancia, los tonos suaves, delicados mezclados con el lujo de tonos dorados y champaña de la colección blossom, te pueden proporcionar versatilidad, luminosidad y personalidad a tus espacios.
“Hay que decir que una casa tendencia este año es aquella casa versátil en la que el mobiliario se puede adaptar a la nueva realidad, pero sobre todo, que genere confort y felicidad a todos los miembros de la familia”, concluyó.
Dura