Segunda temporada con la tripleta Messi-Mbappé-Neymar y nuevo fracaso del París Saint-Germain en Europa, que quedó eliminado en octavos de final de la Liga de Campeones por segundo año consecutivo tras perder 2-0 en Múnich este miércoles ante el Bayern (3-0 en el agregado).
Otro que selló su clasificación fue el AC Milan que resistió en el campo del Tottenham, donde empató 0-0, donde pudo avanzar a cuartos de final por primera vez en más de una década.
Sin goles en el choque de vuelta en Londres, la victoria (1-0) de la ida en San Siro fue decisiva para dar el pase al campeón de Italia. El tanto del hispano-marroquí Brahim Díaz ha sido por lo tanto el único en los dos partidos de la eliminatoria.
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Sin Neymar lesionado, Messi y Mbappé se fueron diluyendo a medida que avanzaban los minutos y la eliminación se acercaba, sobre todo después de que el camerunés Eric Maxim Choupo-Moting, ex del PSG, anotara para el Bayern el primer tanto del partido a la hora de juego (61), antes de que luego sentenciara en el tramo final Serge Gnabry (89).
Este nuevo fracaso europeo del ambicioso París SG no va a hacer más que destapar la caja de los truenos en la capital francesa, con un gran interrogante: ¿habrá tercer episodio de la 'MNM'? ¿Y quién será el o los sacrificados: Neymar, Messi o Mbappé? ¿Pagará de nuevo los platos rotos el entrenador, Christophe Galtier, como pasó antes con Pochettino, Tuchel o Emery?
Lejos del nivel que se puede esperar de una plantilla construida a golpe de talonario y con muchos de los mejores jugadores del mundo, el París SG fue claramente inferior en los 180 minutos de eliminatoria a un Bayern que vuelve a estar entre los ocho mejores equipos del continente.
Pese a la derrota en el Parque de los Príncipes, el PSG quiso demostrar pronto que no daba la eliminatoria por perdida y a los dos minutos ya avisó Kylian Mbappé con un primer disparo que atajó el suizo Yann Sommer.
El Bayern ponía el juego, pero el PSG, con un Lionel Messi mucho más activo que en la ida, se mostraba peligroso ante el arco germano.
El argentino tuvo una buena ocasión, pero el canadiense Alphonso Davis la evitó con un gran gesto defensivo (25), aunque la más clara la tuvo el portugués Vitinha, que no aprovechó un gran error de Sommer y su disparo a puerta vacía lo sacó Matthijs de Ligt en la línea (38).
Choupo-Moting y Gnabry
Por parte bávara, las ocasiones más claras para marcar fueron las de Leon Goreztka, con un disparo largo que atajó muy seguro Gianluigi Donnarumma (16), y la del joven Jamal Musiala, un potente zurdazo que envió a córner el arquero italiano del PSG (32).
La tarea de remontar la eliminatoria se le complicó un poco más al campeón galo cuando en el minuto 35 su capitán, el brasileño Marquinhos tuvo que abandonar la cancha por un golpe en las costillas que sufrió el pasado fin de semana y fue sustituido por Nordi Mukiele, que regresaba de lesión y apenas aguantó diez minutos, siendo a su vez fue cambiado en el descanso por el joven de 17 años El Chadaille Bitshiabu.
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Tras la pausa, el Bayern salió dispuesto a sentenciar la eliminatoria y Choupo-Moting tuvo la primera en un disparo que rechazó en Danilo y el rechace cayó en los pies de Joshua Kimmich, que estrelló su remate en el cuerpo de Choupo-Moting (51).
Un minuto después, el delantero camerunés cabeceó a la red un centro de Musiala, pero el tanto fue anulado por fuera de juego de Thomas Müller.
Y a la tercera fue la vencida: Verratti pierde la pelota en su propio área y Goreztka sirve a Choupo-Moting para batir a placer a Donnarumma (61).
Al París SG apenas le quedaba media hora para marcar dos goles con los que forzar la prórroga y Sergio Ramos casi logra el primero con un cabezazo que sacó Sommer con una gran actuación (64).
Pero ese remate fue casi la única ocasión que tuvo un PSG que nunca pareció en condiciones de forzar la prórroga. Todo lo contrario, el Bayern fue sumando ocasiones para anotar el tercero (69, 72 y 75).
El Bayern, además, demostró contar con un banquillo de gran calidad y Serge Gnabry sentenció el pase en el 89 a la contra. La humillación pudo haber sido mayor si el gol anotado en el descuento por Leroy Sané, otro de los suplentes de lujo, no hubiese sido anulado por fuera de juego.
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