Protegidos por sus capitanes Modric y Messi, los arqueros Dominik Livakovic y Emiliano 'Dibu' Martínez decidieron sus tandas de penales para llevar a semifinales del Mundial a Croacia y a Argentina.
El viernes, en el Education City Stadium, Modric tenía claro a quien buscar cuando Marquinhos lanzó al palo su lanzamiento.
La leyenda de 37 años se fue a abrazar a Livakovic, que había parado el primero, de Rodrygo, clave en la victoria ante Brasil (1-1, 3-1 en la tanda).
'Una bestia, un fenómeno'
Unas horas más tarde y a solo 20 kilómetros, en el estadio de Lusail, una escena similar: Lautaro Martínez marcó el penal decisivo para Argentina ante Países Bajos y todos sus compañeros le persiguen.
A excepción de Messi, que corre para tirarse al suelo junto al Dibu, que había parado los dos primeros penales ante Países Bajos (2-2, 4-3 en la tanda), frente a Virgil van Dijk y Steven Berghuis.
"Fue una bestia, un fenómeno... No tenemos duda, tenemos ventaja con él en el arco", declaró Messi sobre el gigante de 1,95 metros, su primer escolta cuando el equipo saltó al césped del impresionante recinto catarí.