El Nápoles reforzó sus aspiraciones de ser campeón esta temporada en la Serie A, un objetivo que persigue desde hace tres décadas y los años de Diego Maradona, después de arrollar 5-1 a la Juventus, este viernes en la apertura de la fecha 18.
Los napolitanos, que desde el pasado domingo tienen seguro acabar en cabeza la primera vuelta del torneo, ofrecieron un festival ofensivo ante un equipo que destaca precisamente por su defensa.
Firmó un doblete el nigeriano Victor Osimhen (14, 65) y los otros tantos locales fueron de Khvicha Kvaratshkhelia (39), Amir Rhahmani (55) y Eljif Elmas (72), mientras que el argentino Ángel Di María firmó el único de los visitantes en el 42.
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Di María fue el mejor de su equipo en el estadio que lleva el nombre de su admirado Maradona, pero tras el descanso la superioridad del Nápoles fue evidente.
Después de esta nueva exhibición ofensiva, que hizo recordar al 4-1 que firmó al inicio de la temporada en la Liga de Campeones ante el Liverpool, el Nápoles se distancia con diez puntos más que la Juventus y que el AC Milan.
Ese último equipo está ahora bajo presión para su desplazamiento del sábado a Lecce, donde el vigente campeón tratará de ganar para volver a colocarse a siete unidades del primero y poder seguir la estela del Nápoles.
En la tabla de goleadores, Osimhen suma 12 dianas y se escapa también en cabeza, ahora con cuatro de ventaja sobre el grupo de jugadores igualados en la segunda posición, empatados a ocho.
"Merecíamos esta victoria, estoy contento por el equipo y estoy contento por mi contribución a ella, con dos goles y una asistencia", declaró Osimhen a DAZN. "Queremos continuar así. ¿El Scudetto? El camino es todavía muy largo, debemos seguir sumando puntos", señaló.
Fiesta en el estadio
Sin apenas haber llegado a la mitad de la liga, en el Nápoles insisten en pedir cautela pero la ciudad vive ya con la ilusión disparada el curso de esta temporada, soñando con un tercer 'Scudetto' después de los dos logrados en los años de Maradona, en 1987 y 1990.
En el inicio del partido, la Juventus adoptó una táctica prudente, con el exnapolitano Arkadiusz Milik en punta y confiando en la velocidad de Federico Chiesa y Filip Kostic. La solidez defensiva se presentaba como el arma que le hacía llegar al partido con una racha de ocho victorias consecutivas, pero el Nápoles supo desarmar el artefacto e imponer su jerarquía.
El arquero Wojciech Szczesny rechazó un disparo de volea acrobática de Kvaratshkhelia, pero Osimhen llegó a ese balón y no perdonó, en el 14.
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El estadio empezaba ya a ser una olla a presión para la Juventus y todavía lo fue más cuando Kvaratshkhelia amplió la cuenta en el 39, tras un gran balón de su compañero nigeriano.
Di María, asistido por Milik, acortó en el 42, justo antes del descanso. Antes de ese gol, el argentino había enviado al larguero en el minuto 21.
Las esperanzas de la Juventus de ofrecer a su presidente dimisionario Andrea Agnelli una última victoria antes de que ceda su puesto el miércoles, en medio de una investigación judicial sobre las cuentas del club, se evaporaron en los segundos 45 minutos.
Rhamani (55) se reivindicó al marcar en un saque de esquina, Osimhen firmó su segundo gol de la noche de cabeza (65) y Elmas puso el quinto del Nápoles en el 72, la sentencia definitiva.
La Juventus tuvo un duro regreso a la realidad tras su buena racha y se complica en la carrera por un título que cada vez tiene más acento napolitano.
"La derrota es más que merecida", admitió el técnico de la 'Juve', Massimiliano Allegri, pidiendo a sus pupilos "volver al trabajo" y pasar página lo antes posible porque "queda mucho campeonato".
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