Veinticuatro años después de su recordado primer duelo en un Mundial, Irán y Estados Unidos protagonizarán el martes (2:00 p.m.) un enfrentamiento envuelto en carga política, en el que está en juego un puesto en los octavos de final de Catar-2022.
Las décadas de enemistad entre ambos gobiernos, que rompieron sus relaciones diplomáticas tras la Revolución Islámica en Irán de 1979, serán el telón de fondo de un choque de alta tensión deportiva en el estadio Al Thumama de Doha.
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A Estados Unidos, tercera del Grupo B con 2 puntos, solo le sirve la victoria para avanzar a los octavos en su regreso a una Copa del Mundo tras la dolorosa ausencia de Rusia-2018. A Irán, segunda con 3, le podría bastar con un empate, dependiendo del resultado del otro partido entre Inglaterra y Gales.
Estados Unidos, el segundo equipo más joven de Catar-2022, ansía dar un salto adelante en este Mundial que impulse el interés y la ilusión en su país de cara a la cita que coorganizarán en 2026.
Con la generación de futbolistas más prometedora de su historia, Estados Unidos se mostró competitiva en sus dos empates frente a Gales e Inglaterra pero todavía no ha sellado una de esas victorias que quedan en el recuerdo de la afición.
Con todos estos intereses en juego, el seleccionador Gregg Berhalter se ha esforzado en disipar cualquier connotación no futbolística del duelo ante Irán.
"Preveo que el partido será muy disputado por el hecho de que ambos equipos quieren pasar a la siguiente ronda, no por la política ni por las relaciones entre nuestros países", anticipó Berhalter.
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"Somos futbolistas y vamos a competir y ellos van a competir y ya está", auguró.
El mensaje deportivo de Berhalter, sin embargo, se vio socavado por la propia Federación de Fútbol estadounidense (US Soccer), que generó una gran polémica al publicar en sus redes sociales una versión modificada de la bandera nacional de Irán.
Voceros de US Soccer justificaron el gesto como "solidaridad con las mujeres de Irán", un país sacudido por insólitas manifestaciones antigubernamentales desatadas por el fallecimiento de una joven que fue detenida por supuestamente incumplir el estricto código de vestuario para mujeres.
La publicación, que luego fue retirada por US Soccer, enfureció a la Federación de Irán, que presentó una queja formal ante la FIFA.
El precedente de 1998
Irán y Estados Unidos ya vivieron un recordado duelo mundialista en Francia-1998, con una memorable victoria de los iraníes por 2-1 en el Stade Gerland de Lyon.
El juego estuvo también rodeado de tensiones externas. Las autoridades de Irán, designado como equipo visitante, rechazaron el protocolo de la FIFA que dictaba a sus jugadores caminar hacia sus rivales para saludarles antes del pitido inicial.
Los futbolistas iraníes, no obstante, sorprendieron a todos al regalar a los estadounidenses ramos de rosas blancas como símbolo de la paz y posaron junto a ellos para una fotografía conjunta.
El seleccionador de Irán, Jalal Talebi, y el veterano defensa Mohammad Khakpour reconocerían después la fuerte carga emocional que tuvo para ellos el juego, visto en algunos sectores como una batalla contra los representantes del "Gran Satán".
"Imaginen que te digan durante seis meses, repetidamente, que este partido es el más importante de nuestra historia, lo que realmente fue", dijo Talebi en una entrevista de 2018.
Khakpour agregó: "Yo personalmente fui contactado por personas que habían perdido hijos en la guerra entre Irán e Irak. Padres, madres, me llamaron y me dijeron: 'Este partido nos importa de verdad. Tienes que ir y ganar este partido por nosotros".
El seleccionador de Estados Unidos en 1998, Steve Sampson, ha lamentado desde entonces no haber utilizado las tensiones políticas entre ambos países como motivación.
"La FIFA, US Soccer y el comité organizador de Francia nos pidieron que hiciéramos que se tratara de fútbol, y no de política. Y yo lo acepté", declaró Sampson a la revista Time.
"En retrospectiva, yo lo habría hecho sobre política. El trabajo de un entrenador es utilizar todas y cada una de las herramientas disponibles para preparar a su equipo", afirmó.
A 48 horas del juego en Doha, futbolistas estadounidenses no compartían esta idea y aseguraban que ya tienen suficiente motivación para enfrentar a los iraníes.
"El lado emocional de tener que ganar para pasar a la siguiente ronda es suficiente para estar a la altura", dijo el central Tim Ream. "No creo que tengamos que preocuparnos por nada más (...) Si eso no es suficiente, creo que tenemos problemas".
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