En el último año, cuando se piensa en fútbol femenino en Colombia, siempre viene a colación un nombre: Linda Caicedo. La joven futbolista caleña, de 17 años, fue elegida como la mejor jugadora del año en la categoría Sub-20 por la Federación Internacional de Historia y Estadística (IFFHS).
El organismo internacional dio a conocer la decisión el jueves por medio de una publicación en su cuenta de Twitter. Linda
“Después de Hanna Bennison el año pasado, la IFFHS coronó en 2022 a la colombiana Linda Caicedo como la Mejor Jugadora Mundial Femenina Juvenil (U20) de la IFFHS. Hizo un fantástico 2022 con solo 17 años (Copa América, Mundial Sub 20, Mundial Sub 17), para ganar el ranking por delante de la alemana Jule Brand y la española Salma Paralluelo”, posteó la organización.
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La futbolistas colombiana también había sido nominada al premio de mejor jugadora del mundo en la categoría mayores, pero se quedó en la sexta casilla de la votación. La ganadora de ese premio fue la española Alexia Putelas, que hace parte del F.C Barcelona y fue a quien la revista France Football otorgó el balón de oro de este año.
Linda Caicedo es futbolista profesional desde que tenía 14 años, cuando debutó con el América de Cali y fue campeona de la Liga Femenina colombiana de 2019. La vallecaucana ha estado cuatro años en la élite del fútbol, pero sin lugar a dudas 2022 ha sido el mejor de su carrera como profesional.
¿Cómo fue el año de Linda Caicedo?
Linda Caicedo tiene una mirada que transmite determinación. Es una líder natural y juega como si llevara más de 10 años siendo futbolista profesional. Es veloz , hábil con el balón en los pies, regatea, entra con fuerza en la disputa con sus rivales y cuando tiene que bajar para ayudar en defensa lo hace.
Tiene cuerpo de velocista. Es delgada, pero tiene los músculos marcados y su mentalidad es inquebrantable. Es una futbolista que está llamada a hacer historia, y lo ha demostrado a pesar de su juventud.
A la Copa América Femenina de mayores que se jugó en Colombia (Cali, Armenia y Bucaramanga), llegó como una sorpresa. Era una de las jugadoras de menos edad y aunque ya había demostrado su talento en la Liga colombiana, se pensaba que no sería titular con las más grandes, que competir con personas mayores en la elite le podría costar.
Pero no fue así. Con el avance de la Copa fue marcando goles importantes y ayudó a Colombia a llegar a la final del toreo. Aunque el combinado nacional no fue campeón (perdió 1-0 con Brasil), Linda fue elegida como la mejor jugadora del torneo. Era increíble. Todo el mundo pensaba que si había hecho eso teniendo 17 años y jugando con las mayores, podría orientar a las cafeteras a ganar un Mundial en las categorías Sub-20 o Sub-17.
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Precisamente, a las pocas semanas de haber terminado la Copa América, Linda viajó a Costa Rica con el seleccionado Sub-20 para disputar el Mundial Femenino de esa categoría. Con sus regates y velocidad impresionó al Mundo, pero en ese momento los equipos ya la habían estudiado bien y ponían a dos o tres jugadoras para que la marcaran.
Linda no brilló como se esperaba en ese torneo, pero sí fue la mejor de las colombianas. Estuvo entre las futbolistas más destacadas del Mundial Sub-20, pero se le veía cansada. Había jugado más de 10 partidos en menos de un mes en el más alto nivel.
En algún momento del año pareció que la presión de los medios de comunicación, así como todos los comentarios que su presencia suscitaba en las redes sociales, le iban a pasar factura. Que no podría manejar esa situación. Se alejó un poco de los focos de la opinión pública.
Volvió a aparecer para el Mundial Femenino Sub-17. En ese torneo se destacó. Marcó cuatro goles y fue determinante para que las cafeteras llegaran a la final de la Copa del Mundo y pusieran a vibrar al país.
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Aunque Colombia perdió la final con un desafortunado autogol ante España, Caicedo fue galardonada con el balón de plata, la distinción a la segunda mejor jugadora del Mundial. Pero su ambición no estaba en títulos individuales. Ella quería la Copa. Entre lágrimas le pidió disculpas al país por no haber conseguido el título.
Después llegó al país y con su sonrisa alegró a los aficionados que fueron al recibimiento que la Federación Colombiana de Fútbol les preparó en el Movista Arena de Bogotá. Ella se veía serena, consciente de su talento. Sabe que su nombre es sinónimo del fútbol femenino en el país. Por eso, aunque recibió el premio a mejor jugadora del año de la IFFHS, tal vez lo celebrará con calma y seguirá pensando que para ella lo más importante son los trofeos en equipo.
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