Rememorar los sucesos que dieron origen a la República de Colombia, como la instauración de la Constitución de Villa del Rosario de Cúcuta, en 1821, es evocar el más antiguo encuentro entre ciudadanos de Colombia y Venezuela hace 200 años, unidos por la creación de un nuevo Estado, fundamentado en los principios de la soberanía popular y de un gobierno democrático y representativo.
El presidente de la Academia de Ciencias Políticas de Venezuela, Julio Rodríguez Berrizbeitia, señaló en una reunión virtual que esta Carta Magna fue “el producto de un muy complejo proceso político y constitucional que estuvo condicionado por múltiples hechos y factores que se fueron desarrollando desde 1810”.
Hay que destacar la contribución de notables venezolanos junto con los neogranadinos en el proceso de independencia de Colombia, no solo en la conformación de las leyes sino también en los campos de batalla. “Rendir tributo a los héroes civiles y militares que participaron en ese esfuerzo se nos impone no solo como una tarea de justicia sino también como un deber para configurar una mejor República”, expresó Rodríguez.
Simón Bolívar
A Simón Bolívar se le atribuye ser el fundador de la llamada Gran Colombia y gracias a sus actuaciones es considerado una de las figuras más relevantes de nuestra historia contemporánea universal. Luego de que el Congreso de Cúcuta aprobara la Constitución de 1821, El Libertador fungió como presidente de la naciente República junto con Francisco de Paula Santander, quien asumió la vicepresidencia.
El caraqueño, además de ser un gran estadista y militar, reunió dicho Congreso a pesar de las dificultades de la época y diferencias ideológicas, propuso acuerdos con otras naciones suramericanas, definió límites y asambleas plenipotenciarias, todo esto lo ideó con un solo fin: la unidad americana.
Esa alianza era el anhelo de Bolívar, crear en la América -antes colonias españolas- no una sola nación, pero sí unos Estados más grandes y fortalecidos como surgieron posteriormente.
La heroína María del Carmen Ramírez
Esta mujer nacida en San Cristóbal, estado Táchira (1796), es recordada por su empatía con las ideas independentistas y disponer de sus propiedades al servicio de los libertadores. Algunos historiadores cuentan que era pariente del general Francisco de Paula Santander.
Ramírez poseía hatos con ganado y varias viviendas en Villa del Rosario, pero había una muy especial y lujosa, de dos pisos, que sirvió como residencia del Poder Ejecutivo del Congreso de Villa del Rosario de Cúcuta de 1821.
El interés de María del Carmen hacia la causa libertadora le costó su libertad. Los realistas la arrestaron junto con otras damas patriotas y la llevaron en humillante caminata hasta la población de Bailadores (estado Mérida), pero fue rescatada por una misión militar enviada por Simón Bolívar. Su hijo, Pedro Briceño Ramírez, se alistó en el ejército patriota cuando solo tenía 15 años.
La heroína murió en San Cristóbal a los 61 años.
El brillante Juan Germán Roscio
El abogado venezolano Allan Brewer Carías, durante una sesión virtual conjunta de la Academia Colombiana de la Jurisprudencia y la Academia de las Ciencias Sociales Políticas y Sociales de Venezuela, resaltó que Juan Germán Roscio (1762) fue uno de los próceres civiles más importantes de la independencia de Venezuela y Colombia.
Contribuyó en la redacción de la Constitución venezolana de 1811, elaboró el manifiesto al mundo que dirige el Congreso de Angostura, explicando las razones de la Independencia. Después de su detención y prisión en España, regresa a Venezuela y asiste a Bolívar en Angostura, en todo el proceso de reconstitución del Estado del año 1817.
Participó en la elaboración de la Carta Magna del Congreso de Villa del Rosario de Cúcuta y fue vicepresidente de la República de Colombia, incluso, El Libertador le encomendó presidir el Congreso de Cúcuta, pero falleció en marzo de 1821 antes de cumplir esa tarea.
José Antonio Anzoátegui: glorioso en Boyacá
Este destacado venezolano es recordado por su valentía en el desarrollo de la Batalla de Boyacá, el 7 de agosto de 1819. Tres años antes, había sido ascendido a teniente coronel y El Libertador lo designó como jefe de su Guardia de Honor.
Sus propios compañeros de armas valoraron su esfuerzo en la batalla de Boyacá porque gracias a él se debió la victoria del ejército patriota sobre los realistas. La incomparable intrepidez del general Anzoátegui, al mando de dos batallones y un escuadrón de caballería, hizo rendir al enemigo.
La histórica confrontación hizo que la Campaña Libertadora tuviera éxito y acabó con el virreinato en la Nueva Granada. Falleció repentinamente en la ciudad de Pamplona, en 1819. Fue una pérdida irreparable, por lo que Bolivar expresó: “Habría preferido yo la pérdida de dos batallones a la muerte de Anzoátegui. ¡Qué soldado ha perdido el Ejército y qué hombre ha perdido la República!”.
Juan José Rondón y sus lanceros
El valioso aporte de este militar venezolano en la batalla de Pantano de Vargas (Paipa, Boyacá) fue decisivo para alejar más al yugo español de la Nueva Granada.
Hijo de padres afroamericanos, conocido también como “El Negro Juan José”, se alistó en el bando realista del español José Tomás Boves, en 1812, pero al ver la crueldad del ejército realista, se pasó al grupo independentista.
En Pantano de Vargas, al ver la infantería y caballería del español José María Barreiro, Bolívar angustiado le confió a Rondón lo siguiente: “¡Coronel Rondón, salve usted la patria!”. Seguidamente al escuchar a su comandante, el valeroso Rondón gritó: “¡Que los valientes me sigan!”.
De los 14 lanceros que le acompañaron ocho fueron colombianos y seis eran venezolanos: Julián Mellado, Valentín García, Domingo Mirabal, José de la Cruz Paredes y los hermanos Pablo y Miguel Segovia.
Redactado por: José Luengo / La Opinión