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Judicial
309 cámaras ayudan a la Policía a luchar contra el crimen en Cúcuta
El sistema de seguridad existe desde diciembre y con él trabajan las 24 horas.
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Andrés Julián González
Andrés Julián González Pardo
Sábado, 2 de Abril de 2016

Los policías encargados de estar atentos a lo que sucede en las calles de Cúcuta, a través de las 309 cámaras de seguridad, instaladas en los puntos más inseguros, concentran su actividad prolongada durante una hora y cuarenta y cinco minutos, tras los ‘ojos’ electrónicos de la ciudaL

Pasado este tiempo, tras un descanso de 15 minutos se inicia otra jornada de atención y de articulación contra el accionar delincuencial de los ladrones, homicidas y bandas de microtráfico que delinquen en esta zona de frontera, desde el Centro de Automático de Despacho (CAD), ubicado en las instalaciones del comando de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc).

El centro, Carora, San Miguel, el sector El Hueco y el barrio Niña Ceci, son algunos sectores donde la Policía ha reforzado el control con la ayuda fundamental de las cámaras.

El comandante de la Mecuc, coronel Jaime Barrera, explicó que el aporte de esta tecnología para la seguridad de los cucuteños se divide en tres áreas que permiten combatir el crimen: la prevención, la reacción y la judicialización de los delincuentes.

La prevención del delito se ejerce desde el CAD, cuando los uniformados detectan alguna actitud sospechosa a través de las cámaras, por lo que de inmediato alertan a la patrulla de vigilancia del sector donde está ocurriendo la irregularidad para que se evite la comisión de las actividades delictivas.

“Así hemos encontrado armas de fuego, droga, y hasta encontramos personas que están planeando cometer un delito y son interceptadas”, dijo Barrera.

Sin embargo, la atención de las cámaras se refuerza en las noches y en las madrugadas, donde los 30 policías que trabajan las 24 horas en el CAD, entre operadores de cámaras, radio operadores y recepción de llamadas, mantienen su concentración en los sectores priorizados para evitar acciones delincuenciales.

“Estas cámaras hacen parte de los ojos de los policías en la calle, que sin estar haciendo presencia física en muchos lugares de la ciudad, logramos reaccionar de manera oportuna”, dijo el oficial.

La capacidad de reacción inmediata, que funciona cada vez que la Policía es alertada de un hurto o un hecho criminal es otra de las ventajas que aprovecha la institución para generar resultados positivos.

Las 309 cámaras están articuladas, conectadas unas a otras, lo que facilita la búsqueda de los sospechosos con las características físicas que tengan las autoridades, por lo que de inmediato se activa el plan cierre para lograr la captura de los delincuentes.

Los videos que quedan registrados en las cámaras de seguridad, que alcanzan a grabar hasta tres meses ininterrumpidos, han servido para identificar y judicializar a los ladrones, homicidas y microtraficantes; también complementan las pruebas para lograr enviar a la cárcel a las personas detenidas.

En enero, en una operación articulada entre la Policía y la Fiscalía, fue desmantelada la banda de asaltantes denominada ‘Los Cosquilleros’, conformada por doce integrantes que fueron enviados a prisión.

El cosquilleo, el raponazo y el bataneo eran las especialidades que los hoy detenidos utilizaban para robar celulares, cadenas, bolsos, entre otros elementos. Esta banda delinquía en el centro, entre la avenida segunda hasta la avenida novena, entre las calles cuarta y trece del barrio La Playa.

La invasión del espacio público por parte de los vendedores ambulantes era aprovechada por los asaltantes para robar a través del cosquilleo y el raponazo; el bataneo lo practicaban en medio de un trancón de carros,  marcando a las víctimas y distrayendo a los conductores mediante golpes y sacudidas en los vehículos o simulando que el carro estaba pinchado, para así sacar los elementos de valor. Los ladrones actuaban en grupos de tres: uno obstaculizaba, otro distraía, y el último raponeaba.

Las cámaras de seguridad jugaron un papel determinante en la investigación contra esta banda, que fue desarticulada, y que según las autoridades, alcanzaron robos de hasta 35 millones de pesos.
Una de las características de los atracadores es que varios de sus miembros eran integrantes de una misma familia.

El coronel Jaime Barrera dijo que aunque la cobertura que actualmente tiene la ciudad con las cámaras es positiva, aún se necesitan al menos otras 200 para garantizar la vigilancia a lo largo y ancho de Cúcuta.

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