No habían transcurrido 15 horas de haberse registrado el ataque con un carro bomba dentro de la Brigada 30 del Ejército, en Cúcuta, cuando el general Luis Fernando Navarro, comandante de las Fuerzas Militares, aseguraba que el responsable de ese demencial hecho fue José Benigno Guzmán Mora, alias Julián o El Rolo.
¿Pero quién es este hombre? Según los reportes de inteligencia, Guzmán Mora es el jefe máximo del frente Carlos Germán Velazco Villamizar, del Eln. Él asumió la comandancia de ese grupo guerrillero en el 2000, cuando llevaba más de cuatro años en las filas de esa organización ilegal.
El alto mando militar aseguró que, “de acuerdo a inteligencia, el hecho es atribuible al frente de guerra urbano del Eln, cuyo jefe es alias Julián o El Rolo, quien recibe órdenes directas del terrorista alias Antonio García, miembro del Comando Central, del Eln”.
El comandante de las Fuerzas Militares no descartó que también hubo participación de otros grupos ilegales como la disidencia del frente 33 de las Farc, que delinque en gran parte de Norte de Santander al mando de su máximo jefe conocido como ‘Jhon Barbas’ o ‘Jhon Mechas’.
Muy bien planificado
En esas rápidas y contundentes indagaciones, las autoridades también lograron establecer el paso a paso de cómo se cumplió el ataque con el carro bomba.
El fiscal general de la Nación, Francisco Barbosa, afirmó que la camioneta de color blanco y vidrios polarizados, de marca Toyota Fortuner, modelo 2017, de placas JGX-180, ingresó hacia las 12:32 de la tarde, del martes 15 de junio, a las instalaciones de la Brigada 30.
En un video de seguridad se pudo apreciar que el conductor llegó a la entrada de la guarnición militar y después de cruzar unas palabras con un soldado que se le acerca y va a la parte de atrás a revisar el vehículo, ingresó sin ningún problema.
Sin embargo, Barbosa indicó que están investigando si se cumplieron los protocolos de seguridad en torno al ingreso a esas instalaciones militares. “Se descarta, en esa verificación que hemos realizado, que el conductor se haya identificado como funcionario de la Fiscalía o de cualquier otra entidad pública”, dijo.
Una vez adentro de la guarnición, el chofer se dirigió al parqueadero que está en la zona del dispensario médico, donde se mantuvo durante dos horas y diez minutos dentro del automotor, sin despertar una sola sospecha, a pesar de que ese lugar está muy cerca de las oficinas de inteligencia militar.
Luego, hacia las 2:45 de la tarde, el chofer movió la camioneta, trasladándola a un punto muy cercano, a unos 50 o 60 metros, al frente de las oficinas de inteligencia, de Estructura de Apoyo de la Fiscalía y de las instalaciones donde permanecen varios militares estadounidenses que le prestan asesoría al Ejército en esta zona del país.
Exactamente, a las 2:50 de la tarde, las cámaras de seguridad de la Brigada 30 captaron al hombre bajándose de la camioneta y saliendo a pie del batallón. En las imágenes se puede ver que él vestía una camiseta a rayas blanca con negro o azul, con cuello, bluyín y zapatos tenis, además, llevaba puestas unas mangas grises, como las que usan los motorizados, una gorra negra y tapabocas blanco. En uno de sus brazos se alcanza a observar que carga una bolsa.
Minutos después de que el hombre se alejó de las instalaciones militares, hacia las 3:01 p.m., se dio la primera explosión, que provocó miedo entre las personas que estaban trabajando en las oficinas alrededor de donde estaba el vehículo estacionado, luego, tres minutos más tarde, ocurrió la segunda detonación que destrozó gran parte del lugar y causó terror, no solo en la Brigada 30, sino en gran parte de Cúcuta y Los Patios.
A partir de ese momento, en la zona militar fue todo un caos con el ir y venir de ambulancias y vehículos de socorro y de Policía, que llegaron a auxiliar a los heridos.
Pero este ataque no fue planeado de un día para otro, los investigadores tienen claro que esto lo comenzaron a fraguar hace más de un mes, donde tuvieron tiempo para analizar cómo podían entrar el vehículo y en qué punto debían dejarlo para accionar la carga explosiva que llevaba acomodada en la parte de adelante y así provocar esos enormes destrozos.
Además, comenzaron a estudiar qué tipo de automotor debían usar para el ataque y así no despertar una sospecha. Por eso, desde el 29 de mayo, según la Fiscalía, comenzaron a negociar la camioneta Toyota Fortuner que puso a la venta una persona.
“Ubicamos el dueño de la camioneta en Cúcuta, que manifestó que había hecho una negociación, entre el 29 de mayo y el 4 de junio, por un valor de 120 millones de pesos, en dos pagos. El primero se dio el 2 de junio, por un valor de $20 millones y el segundo pago fue el 4 de junio, por $100 millones, ambos fueron enviados con un domiciliario”, aseguró el Fiscal.
Ante esto, las autoridades decidieron mirar toda la línea de tiempo del vehículo desde 2017, cuando fue adquirido por su primer dueño, hasta el martes, cuando ocurrió el ataque.
Además, la Fiscalía aseguró que durante las pesquisas después del atentado, fueron encontrados 2.000 metros de cordón detonante, los cuales fueron sometidos a estudios para lograr establecer el tipo y la cantidad de explosivos que fueron usados para cometer este atentado.
Como ha sucedido con otros ataques con carros bomba, que se han dado en el país, especialmente en Barranquilla y Bogotá, dentro de instalaciones de la Policía, Francisco Barbosa señaló al Eln como responsable de este hecho y también dijo que no descartan que la disidencia del Frente 33 de las Farc o la Nueva Marquetalia hubiesen participado.
Más de ‘Julián’
Precisamente, ante lo hallado en las pesquisas, todo les apunta a las autoridades que José Benigno Guzmán Mora es el autor intelectual del atentado. ‘Julián’ o ‘El Rolo’ tiene un amplio prontuario criminal.
A este jefe del frente Carlos Germán Velazco Villamizar, del Eln, de ser el responsable de los siguientes hechos:
16 de agosto de 2002, dirigió un atentado con una granada de fragmentación en la antigua plaza de mercado La Sexta, de Cúcuta, dejando tres personas muertas y nueve heridos.
13 de septiembre de 2002, ordenó el plan pistola en Cúcuta, dejando un militar asesinado.
14 de noviembre de 2002, dirigió un ataque contra la casa del comandante de la Policía de Norte de Santander, en el barrio Lleras de Cúcuta, resultando dos heridos.
9 de diciembre de 2002, ordenó el ataque contra una antena de la emisora Caracol de Cúcuta.
20 de diciembre de 2002, fue el presunto responsable del ataque con un carro bomba a la estación de Policía del barrio Belén, donde resultaron dos uniformados y dos civiles muertos, además de 17 heridos.
El 10 de enero de 2003, se registró una masacre que ocurrió en la calle 45 con avenida 9, del barrio Camilo Daza, de Cúcuta, del que también es el responsable.
El 5 de marzo de 2003, también protagonizó el ataque con un carro bomba al centro comercial Alejandría, dejando 15 personas muertas y 100 heridos.
3 de diciembre de 2004, ordenó el ataque con un explosivo contra un hospedaje en Cúcuta.
10 de febrero 2016, sería quien ordenó un ataque con un explosivo contra la estación centro de la Policía Metropolitana de Cúcuta.
El 26 de noviembre de 2018, fue el responsable del ataque contra un grupo del Escuadrón Móvil Antidisturbios, en Atalaya.
16 de febrero de 2020, responsable de la pintada de grafitis alusivos al Eln, en diferentes puntos de Cúcuta y el área metropolitana.
8 de octubre de 2020, orientó la instalación de petardos panfletarios en Cúcuta y Villa del Rosario.
Las autoridades también saben que ‘Julián’ se encuentra al otro lado de la frontera y se mueve tranquilamente por diferentes poblaciones venezolanas.
Las órdenes de captura que tiene en su contra son por rebelión, concierto para delinquir, tráfico de estupefacientes, terrorismo, extorsión y secuestro.
Ahora, con el atentado a la Brigada 30, el gobierno de Estados Unidos habría ordenado abrirle un proceso penal, porque varios de sus militares que estaban en la guarnición, estuvieron expuestos a la muerte, y será el FBI y la agencia del departamento de justicia de ese país, los que apoyen este proceso.
Medidas internas en el Ejército
El general Luis Fernando Navarro, comandante de las Fuerzas Militares, también señaló que el Ejército abrió una investigación disciplinaria contra los uniformados que estaban a cargo de la seguridad de la Brigada 30.
Además, relevarán de sus cargos al encargado de la guardia, al oficial de operaciones, al ejecutivo y segundo comandante y al comandante del batallón de Apoyo y Servicios para el combate N° 30.
También fortalecerán la inteligencia preventiva e implementarán medidas de contrainteligencia, además, de mejorar las medidas de seguridad para el ingreso de las guarniciones militares.
El presidente Iván Duque ofreció una recompensa de hasta 500 millones de pesos por la información que conlleve a la captura de los responsables del reciente atentado en las instalaciones militares.
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