A una hora y 20 minutos de Cúcuta, sentados en varias de las rocas que bordean la quebrada que parte el empedrado y polvoriento camino que conduce a las entradas de los dos túneles de la mina La Mestiza, en la vereda El Albarico, de El Zulia, ayer, por más de ocho horas, permanecieron sentados gran parte de los familiares de los 14 mineros que están atrapados en uno de los socavones.

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Aunque estas familias no habían tenido la oportunidad de compartir todas juntas en algún momento, a pesar de que sus seres queridos son compañeros de trabajo, ayer, parecían como si se conocieran desde hacía muchos años, pues entre ellas hubo un ambiente muy apacible, que por momentos olvidaron el calvario por el que están pasando desde el lunes a las 11:00 de la mañana, cuando ocurrió la explosión en el túnel.

Y este ambiente ha llevado a que todos los familiares guarden la esperanza de que ellos están con vida. Esta ilusión provocó que en varios momentos se agarraran de las manos y comenzaran a pedirle a Dios que se diera ese milagro y que los socorristas que trabajan día y noche lleguen rápido al punto donde sus seres queridos se encuentran atrapados.

Pero a medida que las horas iban pasando, algunas de las personas se comenzaron a poner inquietas y hasta molestas y por eso decidieron ir a buscar a alguien que les dijera cómo iba el rescate. Pasar la quebrada y subir una cuesta de 500 metros, aproximadamente, no fue un impedimento para llegar a la entrada del socavón a pedir el balance del grupo de rescate.

Pero la única respuesta que consiguieron fue que la ingeniera Gloria Catalina Gheorghe, gerenta de la Agencia Nacional de Minería, les hablaría hacia el mediodía y ahí se enterarían de cómo iban las labores de búsqueda.

Y efectivamente, a las 12:00 p. m. la funcionaria que coordina al grupo de rescate apareció, junto con el alcalde de El Zulia, Manuel Orlando Pradilla García, señalando que, “lo primero es recalcar que en las últimas 24 horas, en donde se ha trabajado de forma continua, ya hemos logrado avanzar 70%, aproximadamente, desde la entrada de la mina hasta donde creemos que están los mineros atrapados. También en la bocamina que está cerca a la quebrada se encontraba un derrumbe que se ha despejado por completo”.

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Agregó: “si no hay una mayor complicación, esperamos que para hoy (ayer) en la noche o mañana (hoy) en la madrugada lleguemos al punto donde están ellos (mineros) y comencemos las labores de rescate. Pero no quiero generar falsas expectativas porque ayer (lunes) teníamos la proyección de que hoy más tarde íbamos a llegar, y tuvimos una complicación con un socorrista que se desmayó en la mina”.

En pocos segundos, el ambiente que se percibía en los familiares cambió de forma radical, la rabia y la frustración se hicieron presentes. Ellos querían saber detalles técnicos del por qué tanta demora para entrar al lugar, además, afirmaron que no veían que los socorristas estuvieran comprometidos.

Debido a su dolor, frustración y temor de imaginar lo peor, manifestaron su inconformidad con las acciones y avances del grupo de rescate, asegurando que todo se estaba manejando con mucho hermetismo y no tienen un conocimiento preciso de lo que sucede.

“Si fuera una persona que tuviera dinero o que fuera familiar de uno de ustedes, se moverían más rápido”, dijo uno de los familiares. “No quieren sacarlos con vida”, insistió otra persona. “Tenemos que unirnos y llegar a las vías del hecho”, gritó finalmente otro angustiado pariente de los mineros.

La ingeniera Gheorghe, junto con el alcalde Pradilla, debido a los comentarios cada vez más agresivos de los familiares enojados, decidió subirse de nuevo a la mina para continuar con su trabajo.

Una labor constante

Minutos más tarde, la funcionaria, estando al lado de los ductos de ventilación que fueron instalados en la entrada de la mina para expulsar el gas metano y dióxido de carbono, aseguró que los trabajos de socorristas, mineros rescatistas e ingenieros ha sido constante e ininterrumpido, pero entiende la frustración y el duelo que deben sentir los familiares.

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“Quiero que sepan que acá hay un compromiso enorme de Salvamento Minero Colombiano, siempre lo hacemos esperando un objetivo positivo, nosotros nunca vamos a buscar muertos, buscamos personas desaparecidas que puedan tener alguna esperanza, deben permitirnos trabajar y hacer las cosas como las planeamos, hay unos protocolos de seguridad que debemos cumplir, esta explosión fue muy complicada y por esa razón hay que hacer el rescate de manera muy profesional”, insistió Catalina Gheorghe.

Y es que se pudo conocer que el grupo de rescatistas está compuesto por más de 50 personas. “Tenemos mineros de la zona, funcionarios de Salvamento Minero Colombiano, Defensa Civil, Cruz Roja, Policía y Ejército trabajando en tres turnos de ocho horas cada uno. Acá no se ha parado la búsqueda desde que se conoció lo ocurrido”, señaló una fuente allegada a la mina.

Añadió: “lo que se debe entender es el riesgo que se está corriendo. La mina está llena de gas metano y derrumbes, lo que nos complica la situación, por eso se instalaron varios ventiladores que han ayudado a sacarlo. Una vez esa misión termine, los del rescate entran y se trata de ubicar a las personas”.

Una hermandad

Horas más tarde, cuando los ánimos se normalizaron y los familiares siguieron observando a los mineros y socorristas subir hacia el socavón, la hermana de Germán Martínez, a quien le dicen cariñosamente ‘Tute’, manifestó que en algunas ocasiones cuando habla con él, le cuenta experiencias que vive dentro de la mina con sus compañeros.

“Los lazos entre ellos son fuertes, pues todos los días arriesgan la vida juntos. Yo sé que todavía está vivo, tenemos la confianza y la fe que podrán rescatarlos rápido para que reciban atención médica”, señaló la mujer.

La esposa de ‘Tute’, con evidentes rasgos de cansancio, también guarda la esperanza de que lo encuentren con vida, pues aseguró que es un hombre que cuenta con más de 10 años de experiencia en la minería.

Mientras que la hija mayor de José Martín García Pérez lo único que realmente quiere saber es el paradero de él, y  sin importar que hayan pasado más de 48 horas, la joven de 18 años no ha podido dormido bien.

“No han dicho mucho todavía, porque no los han encontrado, y por eso no he querido dormir, sé que estoy cansada, pero aunque lo intente, no dejo de pensar y no concilio el sueño. Tengo dos hermanos de 15 y 5 años, todos hijos de él. Es una persona con mucha experiencia en la minería por lo que hay posibilidad que esté con vida”, indicó la joven.

Al cierre de esta edición, los rescatistas ya se encontraban trabajando en la entrada de la mina y adentro del socavón, con buenos ductos de ventilación y varios derrumbes despejados.

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