A Cristian Fabián Hernández Ropero sus familiares siempre le advirtieron que a la hora de manejar motocicleta no corriera mucho y mantuviera una velocidad moderada, para evitar accidentes de tránsito.
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Lastimosamente el hombre de 28 años ignoró los consejos de sus seres queridos y el jueves en la tarde falleció tras chocar contra un camión carpado, de placa SNO893 y color amarillo, cuando se desplazaba en su motocicleta Suzuki GN, de plac ICX55C, roja, por el sector de la Ye de Astilleros de El Zulia.
El hecho se registró hacia las 6:00 de la tarde cuando la víctima mortal se desplazaba en la motocicleta por el carril Sardinata-Cúcuta y, al parecer, intentó adelantar un vehículo lo que lo llevó a invadir el carril contrario, pero en ese momento se chocó contra el camión de estacas.
Aunque al lugar de los hechos llegó una ambulancia, era demasiado tarde, Cristian Hernández falleció debido al fuerte impacto que sufrió tras chocarse contra el vehículo de carga pesada.
Precisamente, la invasión de carril es una de las hipótesis que manejan las autoridades para establecer el lamentable hecho en el que motociclista cucuteño, que vivía en el barrio Belén, perdió la vida.
Hasta el lugar de los hechos llegó la Unidad Móvil de Criminalística de la Policía de Tránsito y Transporte para adelantar la inspección técnica minuciosa y adelantar el levantamiento del cuerpo que fue trasladado hasta el Instituto de Medicina Legal.
Los peritos de tránsito trasladaron tanto la motocicleta como el camión hasta un patio donde serán analizados detalladamente para establecer si también hubo una falla técnica y esclarecer el caso.
Según la familia, Cristian Hernández venía de Santa Marta (Magdalena) donde estuvo desde el martes 7 de enero junto con un amigo suyo.
Los dos hombres habían llegado a Ocaña a inicios de año para trabajar como vendedores de latas de espuma durante el carnaval.
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“Ellos llegaron a Ocaña el 3 de enero y el 7 aprovecharon que estaban cerca de Santa Marta para emprender un viaje en sus motocicletas, allá se quedaron hasta el jueves que ocurrió todo”, dijo el hermano menor de la víctima.
Dolor en el barrio Belén
El dolor y el sufrimiento se reflejaban en el rostro del hermano menor de Cristian Fabián. El hombre tomó aire y comenzó a recordar cada momento que vivió junto con él, tratando de no llorar.
El familiar recordó la afición que Cristian tenía por las motocicletas pues siempre disfrutaba montar esos automotores y conducir a alta velocidad, lo cual le había costado ya varios sustos.
Y es que, según comentó el ser querido, la víctima había sufrido varios accidentes de tránsito, por eso ellos le aconsejaban siempre que manejara con moderación.
Incluso, esa ‘costumbre’ de que Cristian Hernández sufriera accidentes generó que cuando a los familiares les avisaran del lamentable hecho, inicialmente, pensaran que él se había caído de la motocicleta y estaba bien.
Hernández Ropero trabajaba como domiciliario desde hace varios años y residió durante toda su vida en el barrio Belén, en la Comuna 9 de Cúcuta, donde se caracterizó siempre por su alegría.
En los tiempos libres le gustaba manejar motocicletas y pasarla con sus amigos y familiares, además de salir de fiesta.
Lo más triste para los familiares es que la víctima cumplió años el 11 de diciembre, es decir, casi un mes antes de que se accidentara y falleciera.
“El día de su cumpleaños estuvo con nosotros y partimos una torta, ya días después Cristian se fue de fiesta con sus amigos. Era muy querido por su actitud alegre y cariñosa”, contó el familiar.
Se enteraron de la muerte
“Yo estaba jugando fútbol y me llamó una prima para comentarme, yo supe que era algo serio cuando la escuché llorar y no me dijo de un accidente, sino de que Cristian se acababa de morir”, contó el hermano menor.
En ese momento el hombre se quedó quieto, callado y mirando al horizonte, sus amigos al observarlo así lo abordaron y le preguntaron qué había sucedido y él les dijo que su hermano había muerto, pero ellos comenzaron a reírse, pensando que era una broma.
Pero, a los pocos segundos se dieron cuenta de que era cierto. El hermano menor se fue en su moto a la vivienda, en Belén, donde observó a sus papás llorando y lamentándose por la muerte de su ser querido.
“Yo hubiera preferido que no me lo dijeran cuando estaba en la calle. Yo me monté en la moto y estaba ido, pude accidentarme y otra tragedia para mi familia. La verdad me puse audífonos, escuché música para calmarme y llegué a casa. Es más, por poco y me da un ataque de risa, pero no por burla, sino como de toda la presión y la tristeza del momento”, indicó el familiar.
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