Las últimas dos semanas han sido un calvario para la familia de Eduardo José Florián. Ellos buscan que las autoridades encuentren a los responsables de apuñalar a su ser querido y abandonarlo en una invasión.

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A Eduardo Florián, de 53 años, los médicos lo mantienen sedado desde que ingresó a un centro asistencial con heridas en el cuello, el mentón, el brazo izquierdo y el estómago, esta última herida es la más grave.

El obrero fue apuñalado el 12 de noviembre en hechos confusos que aún tanto la familia como las autoridades no han descifrado. Los allegados esperan que cuando la víctima, oriunda del sur de Bolívar, despierte les cuente qué sucedió y quiénes fueron las personas que lo atacaron.

Nadie sabe nada

El desespero y la tristeza se nota en la voz de un familiar de Eduardo Florián, para el allegado ha sido difícil no tener certeza de lo ocurrido. Nadie sabe nada y las autoridades parecen no avanzar en la investigación.

“Las autoridades no nos dicen nada al respecto, ellos (Policía) solo llamaron los primeros días, nadie sabe nada de lo que le sucedió a Eduardo José, ni mucho menos pistas sobre los responsables”, indicó el allegado.

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Aunque inicialmente se supo que la víctima salió de su casa, ubicada en el barrio Coralina, hacia un pool en la avenida 5 con calle 3AN, ninguna persona tiene claro si en ese establecimiento Eduardo se encontró con los agresores o si él fue a otro lugar antes que lo atacaran.

Los primeros rumores que se escucharon fue que dos hombres, al parecer, aprovecharon que Eduardo José estaba ebrio para sacarlo del pool y llevárselo hasta la invasión Brisas del Sol, apuñalarlo y  dejarlo tirado cerca de unas casas.

“Queremos que las autoridades investiguen lo que le pasó a mi hermano, porque él no tenía amenazas ni se metía con nadie. Le gustaba tomarse sus cervezas, pero hasta ahí. Dicen que dos ‘manes’ lo sacaron y se lo llevaron para esa invasión y lo atacaron, por eso es importante que revisen las cámaras (…)”, argumentó, en su momento, un familiar.

No creen que fue un robo

Los familiares descartan que a Eduardo  lo hayan apuñalado por robarlo, pues el celular, la cartera  y el reloj que él traía consigo no se los llevaron. La víctima fue encontrada gravemente herida 12 horas después.

Eduardo salió a las 7:00 de la noche para tomarse unas cervezas y hasta invitó a unos familiares, pero nadie aceptó por lo que decidió ir solo. Con el paso de las horas a los familiares se les hizo raro que Eduardo no llegara y pasaron la noche en vela a la espera de que él tocara a la puerta, dijo una familiar.

A las 7:00 de la mañana, del domingo 13 de noviembre, uno de los familiares recibió una llamada del celular de Eduardo. Al contestar escuchó una voz extraña que le decía que habían encontrado al hombre gravemente herido en esa invasión de la ciudadela Juan Atalaya.

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