Los días para Andrés Fernando Medina, conocido como ‘El Capi’, en Colombia están contados. Ayer se conoció que la Corte Suprema de Justicia avaló su orden de extradición hacia los Estados Unidos, por su participación en el atentado con una camioneta bomba en las instalaciones de la Trigésima Brigada del Ejército, El pasado 15 de junio de 2021.
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‘El Capi’ fue capturado junto con Ciro Alfonso Gutiérrez Ballesteros, quien también fue pedido en extradición por Estados Unidos, y otras 10 personas señaladas de participar en el atentado contra las instalaciones militares.
Las autoridades conocieron a través de las investigaciones que Medina fue una ‘pieza clave’ en el atentado ordenado por la disidencia del Frente 33 de las Farc, comandando por Javier Alonso Velosa, alias Jhon Mechas.
A responder por el atentado
Una vez ‘El Capi’ arribe a territorio norteamericano su destino está claro: será presentado en la Corte para el Distrito Sur de la Florida para asumir el juicio en su contra por su participación en ese ataque, que dejó a más de 30 personas heridas, entre estas a militares estadounidenses.
Esa corte fue la que expidió la orden de captura de Andrés Medina por concierto para usar un arma de destrucción masiva contra ciudadanos de EE.UU., concierto para asesinar a miembros de servicios uniformados de ese país, y proporcionar apoyo material a terroristas.
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‘El Capi’ fue quien ingresó la camioneta Toyota Fortuner, de placa JGX180, a la guarnición militar y posteriormente accionó los explosivos que iban dentro del vehículo de alta gama, que había comprado días antes junto con su papá Joaquín Medina, quien también está detenido.
Se conoció que la camioneta fue llevada a Tibú y de ahí a Venezuela para acondicionarla con explosivos, para luego traerla a Cúcuta el mismo día del atentado.
Había ‘encendido el ventilador’
Andrés Medina el año pasado ‘encendió el ventilador’ cuando se reunió con un grupo de la Fiscalía y del FBI para revelar información sobre los nexos que tuvo con otros militares.
La reunión entre el exmilitar se dio en la estación de Policía Los Mártires, en el centro de Bogotá, el año pasado.
En ese momento se conoció que el excapitán estaba buscando un beneficio por parte de las leyes nacionales, como las estadounidenses, pues sabía que la pena en Colombia podría ser de más de 40 años por los agravantes, como por los heridos que dejó la explosión.
Después de ocho horas de la diligencia judicial, ‘El Capi’, como lo identificaban telefónicamente los miembros de la disidencia que hablaban con él, habría contado que estuvo a punto de arrepentirse de lo que iba a hacer, pero como lo amenazaron, al igual que a su familia, decidió planear y ejecutar el atentado, pues también le pagaron una millonaria suma de dinero por eso.
Además, se refirió sobre algunos nexos que tuvo con varios militares, entre ellos el de un sargento que le ayudó a conseguir información importante para cometer el ataque con la camioneta bomba y que también habría llevado a cabo algunos negocios con armas.
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Andrés Medina Rodríguez, quien llegó hasta el rango de capitán en el Ejército, siendo un destacado piloto de helicópteros Black Hawk, y que incluso fue uno de los sobrevivientes de un ataque de las Farc, ocurrido el 22 de junio de 2015, cuando ‘volaron’ con explosivos una aeronave que él piloteaba y aterrizaba en Teorama.
El hecho
En una cámara de seguridad de las instalaciones militares quedó registrado cuando a las 12:32 p. m. del 15 de junio de 2021, ingresó la camioneta Toyota Fortuner, manejada por el exoficial y luego de permanecer dos horas y 18 minutos allí, sin despertar una sola sospecha, Medina salió hacia las 3:02 de la tarde, cuando se dio la primera explosión, dos minutos después ocurrió la segunda, y a partir de ahí todo fue terror, incertidumbre y destrucción.
Pero el plan que tenían para este atentado fue tan bien hecho, que el excapitán se compró una moto de alto cilindraje y fue en ella, en compañía de otra persona, en la que huyó con rumbo al Anillo Vial Occidental.
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