A José Junior González Salas le pareció que era un buen plan amenazar y extorsionar a nueve comerciantes del centro de Cúcuta con armas falsas. Pero, ello lo llevó a ser investigado y capturado.
Luego de que varias de sus víctimas pusieran en conocimiento lo que sucedía al Gaula de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc), se dio apertura a una investigación para ubicar al responsable.
Las autoridades adelantaron labores de verificación y lograron recopilar algunos testimonios que fueron cruciales en el proceso.
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Con todo el material probatorio, los uniformados solicitaron una diligencia de allanamiento a una vivienda del barrio Aeropuerto, pues tenían claro que desde allí era que se estaría coordinando todo el accionar criminal.
Y así fue. El pasado domingo, a las 3:00 de la madrugada, varias unidades del Gaula, en articulación con los diferentes grupos especiales de la Mecuc, se llevó a cabo el operativo.
En la vivienda encontraron a José Junior, de 26 años, quien tenía en su poder un revólver, calibre 38 milímetros.
Además, para sorpresa de las autoridades, también se encontró un fusil y una pistola, pero al ser verificados, se dieron cuenta de que no eran de fuego.
Los elementos estaban siendo utilizados por el hoy capturado para grabar videos amenazantes que enviaba, posteriormente, a sus víctimas.
A González Salas lo detuvieron por los delitos de extorsión y porte ilegal de armas de fuego.
Según la investigación, el hombre estaría al servicio de la estructura criminal conocida como Tren de Aragua.
Su modo de operar sería tradicional, es decir, hacía presencia en los establecimientos comerciales de sus víctimas y, con arma en mano, les exigía sumas económicas, dependiendo de los productos que se comercializaran.
El hombre, de ciudadanía venezolana, estarían pidiendo ‘vacunas’ desde 15 hasta 60 millones de pesos, las cuales, eran sumas casi imposibles de pagar, por lo que sus víctimas eran atemorizadas y presionadas con los videos.
“Por medio de esas grabaciones él mostraba el arma de largo alcance que la tenía escondida debajo de la cama y, en algunas ocasiones, también amenazaba a las familias de las víctimas. Es un accionar muy tradicional y así es que opera el Tren de Aragua”, comentó una fuente judicial.
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Serían nueve los comerciantes que estarían intimidando actualmente, pero se desconoce si tenían más víctimas en su radar.
“La investigación continúa por si logramos identificar a otras personas que estuviesen recibiendo las mismas exigencias económicas por parte de este sujeto”, concluyó.
El capturado fue presentado ante la Fiscalía en donde, al cierre de esta edición, estaba siendo escuchado en las audiencias públicas para definir su situación jurídica.
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