En Cúcuta se volvió a repetir la desgarradora escena de una mujer tirada en el piso, con las manos ensangrentadas, llorando y gritando de manera desconsolada por el asesinato de su nieto.

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En esta ocasión la protagonista de esos momentos de tristeza, dolor y rabia fue la abuela de un niño, de 14 años, quien fue baleado cuando salía de la casa, ubicada en un callejón de la calle 22 con avenida 7, del barrio Santo Domingo, ayer en la mañana.

Durante al menos dos horas, la desconsolada mujer protagonizó esa lamentable escena, tirándose al piso y llamando por celular para avisarles a sus familiares, mientras varias personas le daban agua y trataban de calmarla.

“¿Por qué? Si él no era alguien malo. Era un niño que apenas estaba comenzando a vivir. Dios mío dame fuerzas para soportar esto”, gritaba una y otra vez la mujer, a pocos metros de la vivienda donde ocurrió el crimen.

¿Cómo lo asesinaron?

Los videos de unas cámaras de seguridad que hay frente a la vivienda serán claves para que las autoridades establezcan cómo se dio el hecho, quién cometió el crimen y cuál ruta utilizó para huir.

Se conoció que el niño no vivía en esa casa y que allí residen una tía y un primo de él. Pero la noche del viernes, él pasó y les pidió a sus familiares que lo dejaran quedar a dormir ahí.

“Él vivía en el barrio La Cabrera, no se metía con nadie y, por el contrario, se la pasaba a cada rato con su hermano menor. Nunca lo vimos metido en malos pasos”, aseguró una habitante.

El homicidio se dio ayer, a las 9:30 de la mañana. A la víctima le dispararon en dos oportunidades, en el pecho y la espalda, quedando tirada en el porche de la vivienda.

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Una familiar que llegó a la casa descubrió el cadáver, por lo que comenzó a llorar y a gritar, alertando a varias personas que salieron de sus residencias y les dieron aviso a las autoridades.

Rápidamente una patrulla se desplazó hasta el sitio y confirmó el crimen, por lo que pidió la presencia de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho).

En cuestión de minutos las unidades de la Brinho arribaron al sitio y junto con uniformados de la Policía de Infancia y Adolescencia de Cúcuta llevaron a cabo la inspección técnica.

Los investigadores no encontraron vainillas en la vivienda, por lo que sospechan que el asesino utilizó un revólver, tampoco obtuvieron testimonios que permitieran saber cómo se habría dado el homicidio.

Un niño sano

Indignación y tristeza resumen lo que varios habitantes de Santo Domingo sintieron ayer, tras conocerse el lamentable hecho.

“Es que uno no alcanza a imaginarse qué sintió ese desgraciado al empuñar un arma y dispararle a un menor de edad, alguien que apenas estaba comenzando a vivir. Pobrecita la señora (la abuela) por el dolor que siente en estos momentos”, sostuvo una habitante de ese sector de Cúcuta.

También varios amigos del infante que arribaron al sitio, manifestaron que él era una persona tranquila, que no le gustaba salir a la calle y le gustaba el fútbol.

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