Las indagaciones de los investigadores judiciales sobre el hecho que se presentó en la vía alterna que comunica a la urbanización Cormoranes con el Anillo Vial Occidental, donde fue encontrado calcinado José Yamil Isidro Prada, en el puesto del conductor de una camioneta que quedó envuelta en llamas, deberán establecer qué ocurrió en este lugar, a las 6:30 de la mañana de ayer.
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Las gigantescas llamas que se generaron en este lugar, alertaron a los habitantes de ese sector de Cúcuta sobre lo que estaba pasando, por lo que de inmediato avisaron a la Policía Metropolitana y al Cuerpo de Bomberos, para que atendieran la emergencia.
Durante varios minutos se extendieron las labores de los bomberos, que finalmente apagaron el incendio, pero no hubo opción de salvarle la vida a José Yamil, que quedó totalmente quemado.
La camioneta quedó atravesada en la carretera, con la puerta abierta, mientras que José Isidro quedó acostado en la silla.
Miembros de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) se encargaron de la inspección y el levantamiento del cadáver que fue trasladado al Instituto de Medicina Legal, a la espera de que los médicos forenses adelanten las indagaciones para establecer las causas de la muerte.
“Hay que esperar el dictamen de Medicina Legal para saber con certeza qué fue lo que causó la muerte de la persona”, explicó una fuente judicial.
El general Óscar Moreno, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, aseguró que la víctima trabajaba en la Central de Abastos de Cúcuta y que, según el relato de sus familiares, no tenía problemas ni amenazas en su contra, por lo que avanzan en las pesquisas.
Aunque no se descarta que algunas fallas mecánicas hayan generado el incendio del vehículo, las hipótesis de un posible crimen siguen rondando las investigaciones.
“Hay que establecer por qué apareció la camioneta en ese lugar, que es desolado, apartado del centro y en la manera en la que quedó el vehículo. Todo sigue en investigación”, dijo la fuente judicial.
Otro homicidio
La oscuridad y la soledad que rodean la vía en donde ayer, apareció incinerado José Yamil Isidro, han sido aprovechadas por un par de pistoleros para hacer de las suyas, como sucedió con Enderson Manuel Molleja Betancurt, de 23 años, fue asesinado a finales de enero de este año.
La víctima fue atacada con cuatro impactos de bala, tres de ellos en la cabeza y uno en el antebrazo derecho.
Precisamente, a 300 metros del lugar del crimen, justo en la entrada que lleva del Anillo Vial Occidental hacia Cormoranes, había un puesto de control de la Seccional de Tránsito y Transporte de la Policía, pero este fue removido del lugar, lo que le dio ventaja a los violentos para seguir cometiendo crímenes en ese punto.
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