¿Quién está matando a los soldados en Cúcuta? Esta es la inquietud que surge tras el asesinato de dos militares en una semana, uno activo y el otro pensionado, en hechos que parecen ser aislados.

El crimen más reciente se registró ayer en la avenida 12 del barrio Toledo Plata, alrededor de las 5:35 de la mañana, cuando Osber Medina Duarte se dirigía a la vivienda de su expareja sentimental a recoger a su hija para llevarla a la institución educativa donde estudia.

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Aunque nadie vio nada, presuntamente habrían sido dos hombres que se movilizaban en una motocicleta los que lo abordaron y le propinaron por lo menos cuatro balazos en la cabeza.

El hombre quedó tendido en medio de la carretera sin signos vitales pues cuando la comunidad salió a verificar lo que había sucedido y al intentar auxiliarlo, se dieron cuenta que ya no había nada que hacer sino alertar a la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc).

Los uniformados llegaron al lugar de los hechos y acordonaron la escena para que la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) realizara la inspección técnica y levantamiento del cadáver.

Se pudo conocer que la víctima solía llevar un arma consigo y ayer no fue la excepción. Al parecer, portaba una pistola y dos proveedores en un bolso; sin embargo, durante la inspección realizada por las autoridades, solo se encontraron los cargadores, lo que sugiere que el arma fue robada.

Del hombre se conoció que era pensionado del Ejército Nacional desde hacía unos cuatro años. Actualmente estaría trabajando como conductor para una empresa extractora de carbón.

¿Fue un hurto?

Aunque la hipótesis que manejan las autoridades estaría relacionada al hurto de la pistola, son muchos los interrogantes que surgen alrededor de esa teoría, empezando con la cantidad de disparos que recibió y la parte del cuerpo donde fueron propinados.

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Según una fuente judicial, no es común que las muertes relacionadas con un robo se registren de esa manera y el hurto del arma podría tratarse de un factor de oportunidad. Incluso, en el sitio se encontraron las demás pertenencias de la víctima.

Para la fuente, es evidente que los agresores habían marcado a su víctima desde hacía más de un mes, pues le hicieron seguimiento y conocían su ruta, lo que les permitió identificar el mejor momento y lugar para cometer el asesinato.

Durante la investigación preliminar salió a relucir que el hombre habría estado recibiendo amenazas desde hace algún tiempo, aunque esta versión aún está siendo verificada por las autoridades. Lo que se confirmó es que siempre llevaba una pistola o un revólver para su protección.

Hasta el momento, los investigadores no contaban con un rumbo claro para establecer un móvil en relación con el crimen ni los detalles de cómo ocurrió. Por ello, continuaban realizando diversas actividades judiciales para dar con el paradero de los responsables y esclarecer el hecho.

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