Fue tanta la preparación e investigación que tenían las autoridades de Cúcuta para dar con el paradero de Jayson Omar Pabón Garavito, más conocido en el mundo del crimen como Pepino, que solo duró dos días en Cúcuta antes de ser atrapado.
De acuerdo a una fuente judicial, Pepino, líder de la banda criminal Los Manzaneros llevaba ya un tiempo fuera de la ciudad, pero decidió regresar a la capital nortesantandereana.
Por esa razón, las autoridades que ya habían adelantado las órdenes de captura respectivas, no tardaron en actuar y en un gran operativo coordinado, la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) desplegó cerca de 300 uniformados para capturarlo a él y a varios de los líderes de su organización desde las 2:00 de la madrugada de ayer.
Además, se conoció que, ocho personas fueron capturadas en el operativo, y además de Pepino, dos de sus hermanos también se encuentran en manos de las autoridades.
“En el operativo se hicieron efectivas órdenes judiciales, imputaciones de cargos y capturas en flagrancia”, aseguró una fuente judicial de manera extraoficial.
Las autoridades dieron con el paradero de Pepino en un conjunto residencial ubicado en la Avenida del Río, donde fue sorprendido durmiendo en una residencia del condominio que se encontraba vacía.
“Estaba en una casa de un conjunto residencial, pero en sí, la casa estaba vacía lo único que había era un colchón en donde estaba durmiendo Pepino”, explicó la fuente judicial.
Así mismo, la Mecuc se trasladó a varios puntos de Cúcuta, entre ellos los barrios Ceiba II y Santa Ana para dar con el paradero de los demás implicados. Se conoció que dos de los delitos que le imputan a Pabón Garavito son concierto para delinquir y homicidio.
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Desde su captura hasta el cierre de esta edición, Pepino, y los demás hombres se encontraban en las audiencias preliminares. El proceso judicial será adelantado por un fiscal asignado desde Bogotá, de igual manera, el juez.
¿Se acabarán los ajustes de cuentas?
Si hay algo claro, en medio de este importante resultado de la Policía Metropolitana, es que la guerra que actualmente se mantiene entre la estructura criminal de Ever Carreño Corredor, alias Porras, y Pepino, que ha dejado un desolador rastro de sangre y muerte en la ciudad, podría tendrá un periodo de calma.
Desde el año pasado, la Familia Porras y Los Manzaneros han librado una guerra de sangre durante meses, que a su paso ha dejado, por lo menos, más de 80 muertes a manos de sicarios de ambas bandas criminales en la lucha territorios claves en la capital nortesantandereana para expender drogas.
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La guerra y los aliados
Desde el homicidio del padre de Jayson Omar, José Luis Pabón Ojeda, el 16 de mayo del año pasado, las autoridades supieron que la estructura delictiva de Porras había contraído una alianza con otra temible banda delincuencial dedicada al microtráfico conocida como los AK47, para acabar con Pepino y Los Manzaneros.
Al parecer, esta medida adoptada por Ever Carreño, se debía a la afectación económica que tuvo por los territorios en los que expendía drogas la banda de Pepino. “Lo que nos han dicho es que Pepino se les abrió a ellos y quiso seguir solo, por eso es que dieron la orden de matarlo. Esas bandas criminales delinquen de esa forma, quien no esté con ellos está en contra, entonces le hacen la guerra”, comentó una de las fuentes judiciales en ese momento.
Y aunque Los Manzaneros de Pepino tenían una fuerte capacidad bélica que demostraron en medio de los hechos de sicariato que se les atribuyeron durante lo corrido del año pasado, luego de algunos meses, buscaron también aliarse con otra banda para responder al asedio de Porras y los AK47.
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Fue así como terminaron uniéndose con una banda delincuencial conocida como Los Mexicanos quienes desde que empezaron a delinquir en Cúcuta y su área metropolitana, dejaron en claro que su objetivo era ir por la banda de Porras y asesinarlos en cuanto tuvieran oportunidad.
Por medio de panfletos que comenzaron a dejar alrededor de los cuerpos que asesinaban, Los Mexicanos, dirigidos por un hombre conocido con el alias de Jota. “Pepino se alió con Jota y transformaron a Los Manzaneros por Los Mexicanos, con la diferencia que estos últimos amenazaron directamente a varios jíbaros e integrantes de la banda de Porras en panfletos”, explicó una fuente judicial.
“Los vamos a matar a todos, nos vamos a cobrar los amigos que nos han matado (…), los vamos a erradicar a las buenas o a las malas (…), muerte a todo lo que huela a Porras, atentamente Los Mexicanos”, fueron algunos de los mensajes que se difundieron en estos panfletos.
Las víctimas más reciente
Las últimas muertes que, presuntamente tendría que ver con esta guerra, ocurrieron la semana pasada, el viernes 31 de enero. La primero fue a las 8:00 de la noche, cuando dos pistoleros arribaron a la calle 36 con avenida 11 del barrio Bellavista.
Allí, una vez los sicarios vieron a Sergio Rodríguez Pérez, conocido como Yeryito, de 27 años consumiendo estupefacientes, le dispararon hiriéndolo en cuatro oportunidades.
En el lugar de los hechos, una vez arribó la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brihno), se encontraron varios panfletos de Los Mexicanos que fueron recopilados como materia de investigación.
No habían pasado sino veinte minutos del asesinato de Yeryito en Bellavista cuando, por la calle 16 con avenida 20 del barrio Caño Limón, atacaron a bala a otro joven.
El hecho se presentó cuando Juan Pablo Arias Rojas, de 21 años, transitaba por el sector a pie, acompañado por su pareja sentimental.
Dos hombres en una motocicleta lo abordaron en una zona donde la oscuridad e impunidad reinan. Y sin mediar palabras le dispararon en varias oportunidades. Su pareja gritó pidiendo ayuda y aunque la víctima alcanzó a ser trasladada por las autoridades a un centro asistencial, no resistió y murió pocos minutos después.
“Se están asesinando entre ellos mismos, un día Porras ordena la muerte de uno de Los Mexicanos y al día siguiente llega la represalia. Esa es la disputa que se está viviendo en la ciudad”, comentó una fuente judicial.
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