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Judicial
¿Qué hay detrás de la masacre en Ocaña? Lo que se sabe y las incógnitas del caso
José Libardo Amaya Amaya estaría celebrando los cinco años de su hija junto con los hermanos Javier y Ángel María Rincón Cárdenas cuando pistoleros lo asesinaron.
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La opinión
La Opinión
Martes, 11 de Marzo de 2025

“Tenía cinco minutos de haberme ido de la tienda cuando me llamaron al celular a decirme que José estaba muerto”, así comienza el relato del familiar de José Libardo Amaya Amaya, uno de los hombres asesinados en la masacre que se perpetró en el barrio Los Sauces de Ocaña y que dejó como saldo a cinco personas muertas en dos lugares ubicados a dos cuadras de distancia entre sí.


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Y es que el hecho es tan confuso, que al cierre de esta edición, las versiones entre las autoridades del departamento y la comunidad, difieren respecto al orden en el que sucedieron los homicidios, y las personas que estaban en cada uno de estos lugares, sin embargo, hay algo en lo que sí tienen certeza, y es la identidad de las víctimas.

Said Paredes Torres, una menor de edad, José Libardo Amaya Amaya, Javier Cárdenas Rincón y Ángel María Cárdenas Rincón son las víctimas de este hecho de sangre consumado por dos hombres, que en una motocicleta impartieron el terror en este barrio de Ocaña.

 

Primero en la tienda

“Nosotros estábamos festejando los cinco años de la hija de José Libardo en una tienda de su propiedad. En el lugar también estaban los hermanos Javier y Ángel María, en ningún momento hubo algún problema o inconveniente con nadie, yo me fui a las 11:00 de la noche porque tenía que madrugar al trabajo, pero a los cinco minutos me llamaron a contarme lo sucedido”, explicó el familiar de José Libardo.

De acuerdo a lo que le comentaron los demás familiares que fueron testigos, José Libardo, al tener a su hija dormida en sus piernas, la levantó y cargó hasta el cuarto de ella, dentro de la tienda para continuar hablando con sus acompañantes, pero al salir, los dos hombres sin mediar palabras, desenfundaron sus armas y arremetieron a disparos contra los que estaban en ese momento en el negocio, quienes, al parecer, serían los hermanos Cárdenas Rincón y José Libardo.


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Sin perder mucho tiempo, estos hombres, se montaron en la motocicleta y avanzaron dos cuadras más, hasta llegar a un establecimiento comercial nocturno y allí continuar con la masacre.

En video la comunidad grabó minutos después el bar en donde fue asesinado un hombre y una menor de edad.
Continuaron derramando sangre

Según el testimonio de las autoridades, dentro del bar había aproximadamente cinco personas, sin embargo para los pistoleros, eso no fue impedimento para sembrar el miedo, pues sin mediar palabras, desenfundaron nuevamente sus armas de fuego y dispararon contra todas las personas dentro del local, para huir poco tiempo después en dirección a la vereda Venadillo, zona rural por la que habían llegado.

Allí quedó el cuerpo sin vida de Said Paredes Torres, y cuatro personas más resultaron heridas por los disparos, no tardó mucho tiempo antes de que la comunidad avisara a la Policía de Norte de Santander, y llegaran las ambulancias para trasladar a los heridos.


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Tres de ellos fueron trasladados a un centro asistencial. Sin embargo, la menor, que alcanzó a ser trasladada, debido a la gravedad de las heridas, falleció pocos minutos después.

Al cierre de esta edición, los móviles del hecho eran inciertos, mientras uniformados del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía, adelantan las pesquisas y recopilan los testimonios de testigos para reconstruir los hechos. Se conoció que ninguna de las personas asesinadas tenía antecedentes legales, y uno de ellos, Javier Cárdenas, era un militar retirado.

 

Hay una recompensa

Debido a la magnitud que implicó el hecho y la zozobra que actualmente se siente en ese sector y la gran mayoría del casco urbano de Ocaña, el alcalde del municipio, Emiro Cañizares, el comandante de la Policía de Norte de Santander, coronel Néstor Arévalo, el secretario de Seguridad del departamento, George Quintero, y demás líderes, se reunieron ayer, desde horas de la mañana para hacer un consejo de seguridad.

Horas más tarde se confirmó una recompensa de hasta 100 millones de pesos para las personas que puedan ayudar a las autoridades a identificar a los dos implicados en la masacre de estas cinco personas, y así mismo, la Alcaldía de Ocaña, decretó toque de queda por ayer y hoy, desde las 9:00 de la noche hasta las 4:00 de la mañana del día siguiente.

“Hemos decidido implementar el toque de queda en el municipio, dicha decisión tiene como fin preservar la vida y las condiciones de seguridad, habrá excepciones para el servicio de salud y de seguridad, entre otros”, explicó el mandatario.

Por otra parte, el secretario de Seguridad prometió reforzar la red de cámaras de seguridad de las autoridades y finalmente el comandante de la Policía de Norte aseguró que se incrementará el pie de fuerza policial en Ocaña.


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