En la zona rural de Cúcuta siguen ocurriendo homicidios sin que las autoridades puedan contrarrestar estos hechos de sangre. El más reciente se registró el martes, cuando Juan Pablo Gil Alzate, de 45 años, fue atacado con cinco impactos de bala en la cabeza, el pecho y el brazo izquierdo.

Lea: Salió a trabajar y fue asesinado en la vía a San Faustino, en Cúcuta

El hecho ocurrió en la vereda El Núcleo, cerca del corregimiento Buena Esperanza. La víctima era oriunda de Copacabana (Antioquia).

El homicidio se habría dado al mediodía, cuando varias personas encontraron el cuerpo de Gil Alzate tendido cerca de la vía principal de esta vereda.

Aunque las autoridades fueron alertadas del hecho, por razones de seguridad los empleados de una funeraria se encargaron de recoger el cadáver y trasladarlo a Medicina Legal.

Según se conoció, Juan Gil salió de su casa a las 11:00 de la mañana, con el objetivo de arreglar su motocicleta, pero no les dijo a sus familiares hacia qué lado se dirigía.

Aunque hasta el momento no se tiene certeza de los móviles del crimen, las autoridades avanzan en las pesquisas para establecer si la presencia del Ejército de Liberación Nacional (Eln) y de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (Agc), que mantienen disputas en estos territorios, desencadenó el hecho.

Lea además: Apuñalan a vigilante informal en Prados del Norte, en Cúcuta

De manera extraoficial se conoció que la víctima tenía anotaciones por tráfico, fabricación o porte de estupefacientes, en 2010 y 2016, y por hurto, en 2019.

Otro homicidio

Wilson Henry Acosta Mendoza también fue asesinado el sábado, en la vía que conduce hacia San Faustino.

El último rastro que la familia tuvo de él fue en la mañana del sábado, cuando madrugó, se alistó y salió de su casa, ubicada en territorio venezolano, para irse a trabajar pasando mercancías por el río Pamplonita, como lo hacía a diario.

Hacia las 12:00 del mediodía, unas personas llegaron a la casa de la pareja de la víctima y le aseguraron que en la vía a San Faustino, zona rural de Cúcuta, mataron a un hombre y que debía verificar si se trataba de su ser querido.

Al escuchar esas palabras, la mujer entró en un momento de desesperación y angustia, pues tuvo el presagio de que se trataba Wilson Henry, por lo que de inmediato cruzó la frontera y llegó hasta una finca, muy cerca del río Pamplonita, donde lo encontró sin vida, con tres impactos de bala en la cabeza y el pecho y con sus manos amarradas.

Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en: https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion