Los vecinos de La Victoria, en la ciudadela Juan Atalaya, escucharon una andanada de disparos como preludió de una mala noticia. La víctima, un hombre joven, quien quedó mal herido y producto de esa obra criminal, minutos más tarde, quien fue identificado como Carlos Julio Escalante Peña, murió.

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Los hechos se registraron, pasadas las 10:00 de la mañana del lunes  8 de enero, frente a una venta de pasteles sobre la avenida 1 con calle 4 de La Victoria,  doble vía donde se marca el límite con la Primera Etapa de Atalaya y a tan solo unos pasos de la Kennedy, en la zona occidental de Cúcuta. 

En el momento que el agresor ejecutaba la letal tarea e hizo sonar su arma de fuego, muchos de los que estaban en ese sitio corrieron despavoridos para ponerse a salvo, porque la descarga fue intensa. Al final el hombre que estaba en la mira del sicario recibió siete impactos de bala.

Una vez el humo de los proyectiles percutidos se disipó, algunos auxiliaron al herido, subiéndolo a un taxi para llevarlo al Policlínico de Atalaya, a pocas cuadras de allí, donde recibió los primeros auxilios.

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Sin embargo y dada la gravedad de las heridas, la mayoría de ellas en la cara y el pecho, fue trasladado al Hospital Universitario Erasmo Meoz, pero ya los galenos de turno en ese centro asistencial nada pudieron hacer para salvar a este hombre, de 35 años, quien se desempeñaba como auxiliar de redes eléctricas, según los primeros reportes de las autoridades.

Las fuertes detonaciones, al parecer, con una pistola 9 milímetros, alertaron a los curiosos del sector que llegaron hasta el lugar a enterarse de lo ocurrido, encontrándose con la terrible escena y a varias personas con crisis de nervios, según el relato de una vendedora informal, quien dijo que corrió a esconderse apenas sonaron los tiros, por eso no entregó más detalles.

Otros vecinos manifestaron que aunque escucharon los disparos, “al principio no prestamos atención creyendo que era el ruido de las motos ‘estranguladas’ que suenan como armas, pero después cuando vimos a la gente correr y gritar entendimos que se trataba de un tiroteo. Incluso vimos a una mujer que llegó llorando, y después dijeron que era la hermana del muchacho que habían herido”.
 
Personal de la Policía del cuadrante de Kennedy que atendió el caso, procedió a despejar la escena del crimen y acordonar el lugar a la espera de los expertos de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho), quienes llegaron a recoger evidencias, testimonios de personas que se encontraban en el lugar y revisar las cámaras de seguridad instaladas en el sector, donde priman los locales comerciales y diferentes negocios informales, por eso a la hora del ataque sicarial estaba muy concurrido.

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Las autoridades policiales informaron que a pesar de la pronta reacción del cuadrante no se logró la captura del sicario, quien al parecer una vez cometido el asesinato corrió unos metros para subirse en una motocicleta, donde era esperado por un cómplice y darse a la fuga. El caso es materia de investigación y los peritos judiciales trabajan para establecer los móviles y responsables de este nuevo caso de sangre que enluta a una familia cucuteña. 

Trascendió que la víctima residía en el barrio La Victoria, cerca del sitio donde fue acribillado, hecho que generó diversas reacciones en redes sociales, donde fueron compartidos videos de la escena del crimen, así como mensajes de aliento y solidaridad con la familia:

“Hay mi chinito que triste noticia Dios te reciba en su santa gloria”, “mucha fuerza para los familiares”, “está desatada la inseguridad en Cúcuta, qué pasa con la Policía”, “siguen los homicidios en Cúcuta, no cesa”, son parte de los mensajes subidos a las redes sociales.

Efectivamente, en estos primeros días del 2024, varios son los casos violentos que han conmocionado a la ciudadanía de Cúcuta, los más sonados el asesinato de Jhan Yepes Patiño, de 24 años, en medio de un atraco registrado en la Avenida Del Río; el asesinato de  Juan Pablo Bautista Villasmil, de 35, en la calle 11 con avenida 12, barrio El Llano, cuando iba en un carro Chevrolet Aveo Emotion; el minero Alejandro Sebastián Poyo, de 20,  asesinado la noche del jueves 4 de enero, en la invasión Colinas del Tunal, sector que esta frente a la Penitenciaría de Cúcuta, y el asesinato de Owen Andrés Melo Polo, de apenas 21 años, cuando salía a comer con su novia la noche del 5 de enero, hecho que se registró en la esquina de la calle 20 con avenida 1 de San Luis, entre otros casos.

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