Los accidentes de tránsito siguen cobrando vidas en Norte de Santander. En las últimas horas tres personas, entre ellas una menor de edad, fallecieron en Cúcuta y Sardinata, demostrando una vez más que la imprudencia de algunas personas al momento de cruzar las calles y la supuesta irresponsabilidad al volante son factores claves para que se generen siniestros viales mortales.
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Aunque existen puentes peatonales diseñados específicamente para que los transeúntes recorran las vías sin el peligro de ser arrollados, las personas aún prefieren arriesgarse a cruzar las calles, tal cual como sucedió el miércoles en la noche, en la Autopista de Atalaya.
El más reciente siniestro vial mortal se registró en la vía que conduce a la ciudadela Juan Atalaya, a la altura de El Palustre, cuando un hombre que, al cierre de esta edición no había sido identificado, fue atropellado al intentar cruzar la calle.
Según se conoció, la víctima alcanzó a dar unos pasos por el carril que de la Terminal de Transporte conduce a la Redoma de Claret, cuando fue embestida por un taxi, de placa WHT576.
Lo más sorprendente es que una vez el hombre desconocido fue arrollado por el taxi, ‘voló’ hasta el carril contrario, el que va en sentido Redoma de Claret-Terminal de Transporte, siendo atropellado por otro carro, de placas LIU331.
“Fue increíble, porque esta persona iba a cruzar la calle y de un momento a otro fue atropellada. Aunque cerca hay un puente peatonal, nadie tiene el hábito de usarlo, es lamentable”, dijo un habitante del sector.
En cuestión de segundos, el tráfico en este lugar se paralizó y docenas de personas rodearon el lugar para observar el cuerpo sin vida, el cual fue cubierto con una sábana.
Minutos después arribó la Unidad Criminalística de la Policía de Tránsito y Transporte para realizar la inspección técnica y el levantamiento del cadáver, además de trasladar el cuerpo hasta Medicina Legal, donde se espera que algún familiar lo identifique plenamente y lo reclame para darle el último adiós.
Dos muertos en la vía a Sardinata
El sueño de Cristian Daniel Álvarez Durán de ser un patrullero de la Policía Nacional y servirle a la patria acabaron el pasado miércoles, cuando él se estrelló contra un poste mientras se desplazaba en una motocicleta Suzuki GN, de placa YYO04F, color roja, junto con una menor de edad y una mascota, que también perdieron la vida.
Según las autoridades, las víctimas se desplazaban en una motocicleta que tenía el Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT) vencido desde el 27 de enero del 2023 y sin revisión tecno-mecánica.
Una de las hipótesis que manejan las autoridades indica que el conductor de la motocicleta perdió el control del automotor, lo que lo llevó a colisionar contra el poste.
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