Luis Eduardo Blanco Mendoza caminaba tranquilamente por las calles del barrio Pissareal (Los Patios) sin que nadie se imaginara que era uno de los 17 presos que se fugaron del Comando de Atención Inmediata (CAI) del barrio Aeropuerto, en noviembre de 2021.
Lea: ‘Saúl’ estaría implicado en ataque con granada a empresa de taxis en Cúcuta
El hombre tiene una orden de captura por tráfico de estupefacientes y fuga de presos, además de procesos judiciales en su contra por hurto calificado y agravado, concierto para delinquir y receptación.
“La captura sirve para esclarecer cómo fue que los detenidos hicieron un hueco en una pared sin que los policías lo notaran, debido a los ruidos que debe producir ese trabajo. Además que por fin responderá por sus delitos”, indicó una fuente judicial.
La aprehensión se dio en la calle 14 con avenida 19 sur cuando unos policías patrullaban la zona. Al revisarle los antecedentes confirmaron que se trataba de uno de los fugados hace un año y medio.
Por eso, lo trasladaron hasta la Fiscalía, donde un juez lo envió nuevamente preso, mientras avanza el proceso judicial en su contra, pues en el departamento de Magdalena también lo acusan de varios delitos.
Conozca: De un tiro asesinaron a mototaxista en Juan Frío, Villa del Rosario
“La mayoría de los procesos en contra de este señor están en juzgados de Magdalena, por lo que con la información que hay de delitos cometidos en Norte de Santander y en ese departamento el juez determinará su condena”, indicó una fuente judicial.
¿Cómo se fugaron?
El 16 de noviembre de 2021, al mejor estilo del narcotraficante mexicano Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, los 17 presos lograron abrir un hueco en la pared de la celda en la que estaban sin que los custodios escucharan algún ruido.
Ese día, entre las 3:00 y 5:00 de la madrugada, los presos salieron por el hueco que hicieron, llegando al salón comunal del barrio Aeropuerto, luego corrieron hacia la parte de atrás y se treparon a los techos, escapando sin que los policías lo notaran.
La fuga se conoció a las 10:30 de la mañana porque en el conteo, en el que debían aparecer 62 reclusos, faltaban 17.
Lo que ha resultado muy extraño hasta para algunos integrantes de la Policía, es que ni los custodios que permanecen las 24 horas del día al frente de las celdas, se dieron cuenta de lo que tramaban los fugados.
“Uno generalmente escucha cuando los presos empiezan a molestar en la celda, les pegan a los barrotes y tienen que venir refuerzos para calmarlos, pero la noche anterior no escuché nada, y eso que me dormí pasadas las 12 de la noche”, expresó una habitante aledaña al CAI en ese momento.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en: https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion