La medalla de plata olímpica ganada por el gimnasta juvenil Ángel Gabriel Barajas Vivas, el 5 de agosto en los Juegos de París 2024, partió la historia de este deporte para Norte de Santander y Colombia.

La gimnasia artística fue introducida en el país hace 84 años por el sacerdote italiano Padre Mosser. No obstante, la primera presencia se dio en los Juegos Bolivarianos de Barranquilla, en 1946, y de ahí en adelante esta disciplina se fue cimentando con el tiempo y el resultado de hoy es una presea olímpica lograda por un cucuteño.

Le puede interesar: Sueño cumplido, Ángel Barajas trae histórica medalla olímpica para Colombia

En Norte de Santander se dice que el  precursor fue Luis Gómez, en la década de los años 50, donde hoy queda ubicado el centro comercial Ventura Plaza.

Pero fue solo hasta 1970, durante la presidencia de Carlos Lleras Restrepo con la creación de los colegios Inem, que la gimnasia artística tomó forma.

Uno de estos establecimientos de enseñanza media diversificada le correspondió a Cúcuta, con el Inem José Eusebio Caro, en el barrio Guaimaral. Para ese entonces, el colegio fue dotado con los mejores implementos deportivos para gimnasia olímpica, traídos desde Alemania, cuenta el magíster Carlos Ramiro Tarazona en su libro Historia de la Gimnasia Artística Norte de Santander.

Carlos Ramiro Tarazona nacido en Toledo, Norte de Santander, murió en diciembre 2020, es considerado uno de los pioneros de la gimnasia en Cúcuta, fundador de la Liga y el que el forjó los deportistas que labraron el camino para tener hoy en día al primer campeón  mundial juvenil y subcampeón olímpico, Ángel Barajas.

Y entonces el Inem quedó para la historia como el lugar donde surgió el centro de desarrollo de la gimnasia en la  ciudad y el departamento, teniendo como primer entrenador a Rafael Noé Páez. En ese entonces se consolidaron gimnastas como Jairo Ruiz Casas y Roberto León Meneses, hoy instructores de la  Liga de gimnasia de Norte de Santander.

Ruiz Casas es el técnico de los hombres y León Meneses de la rama femenina. Al respecto sobre esos inicios el profe Roberto León relata que “fue complicado por el espacio, todos los días había que armar y desarmar aparatos para hacer los diferentes ejercicios”. El primer intento de coliseo

Este era uno de los espacios en el Inem, donde entrenaban los gimnastas.

El primer intento de coliseo

Por mucho tiempo el Inem fue el sitio de entrenamiento, hasta finales de los años 90 cuando se construyó el coliseo Menor Eustorgio Colmenares Baptista.

Cuando la gimnasia dio sus primeros resultados y empezó a tener auge, el primero que se interesó en construir un escenario exclusivamente para esta actividad deportiva fue el entonces gobernador Eduardo Assaf Elcure, en 1988. Ese lugar lo tenía proyectado el maestro Tarazona donde actualmente está el foso de clavados del complejo acuático, contiguo al estadio General Santander. Assaf Elcure, quien estaba punto de terminar su gestión como mandatario de los nortesantandereanos le dijo: “en el presupuesto quedan cuatro millones de  pesos ($4.0 millones) para su liga. Aquí tiene planos arquitectónicos, estudio de suelos, planos eléctricos y todo lo que usted solicitó, no desfallezcan, sigan  adelante”. Pero después no pasaría nada.

Lo único que quedó de esa corta con[1]versación fue la frase “no desfallezcan”, y sí que la han tenido clara desde hace  36 años los profes Jairo Ruiz Casas y Roberto León Meneses, la de no desfallecer, pues han cargado con esa ‘cruz a cuestas’ y no han logrado tener su  propio coliseo de gimnasia, deporte que ahora no tiene una modalidad, sino cinco (artística, rítmica, aeróbica, trampolín y parkour).

Le puede interesar: Heroico! Ángel Barajas da la primera medalla a Colombia en los Juegos Olímpicos de París 2024

Con el anuncio hecho el martes de la semana que termina, el alcalde de la ciudad Jorge Acevedo Peñaloza y el gobernador del departamento, William Villamizar Laguado, durante el recibimiento del subcampeón olímpico Ángel Barajas, los problemas e incomodidades para la gimnasia terminarán con la construcción del coliseo que llevará  por nombre Jairo Ruiz Casas.

Retomando el hilo de la historia, la gimnasia permaneció en su lugar de origen, el colegio Inem, en donde siguieron formándose campeones por montones y en silencio.

Fueron años buenos para la gimnasia que se codeó con lo más granado del país en su momento, y contó con figuras como Alexander  Rangel (hoy fisioterapista), Denis Beltrán (entrenador y sicólogo) por  citar dos nada más, “Entrené toda la vida en el Inem y el último año de mi carrera deportiva (2000-2001) lo hice en el Eustorgio Colmenares”, resalta el exgimnasta.

Pero entrenar tuvo sus dificultades  puesto que los equipos eran obsoletos, no se podían armar todos los aparatos al mismo tiempo porque no había espacio, pero había que hacerle frente, recuerda Rangel.

Por su parte, Denis Beltrán otro de los campeones cuenta que era pequeño, incómodo, pero era el inicio de ese sueño de ser gimnasta.

“Por ejemplo, para hacer barra fija en la que Ángel Barajas acaba de ganar la medalla de plata en los Olímpicos de París 2024, nos tocaba armar el aparato en la mitad del salón y todas las colchonetas las utilizábamos como protección, pero como le digo era el sueño”, añade.

El coliseo menor fue remodelado recientemente en su estructura.

Por fin un lugar                                                      

Para comienzos de los años 90, en la administración departa[1]mental de Álvaro Salgar Villamizar (1992-1995) se construyó el coliseo menor Eustorgio Colmenares Baptista, que ilusionó a deportistas y entrenadores.

Sin embargo, una vez construida, la obra duró un largo periodo de tiempo abandonada sin darle el uso adecuado.

En el gobierno de Jorge García-Herreros y de Jairo Arbeláez Mendoza, como director de Indenorte, se aprobó una ordenanza según la cual la gimnasia artística, yudo, el tenis de mesa y el voleibol comparten ese complejo, como ha ocurrido hasta ahora.

Sobre ese cambio de pasar de las incomodidades del Inem al Eustorgio Colmenares, el técnico León Meneses reseña que “fue un cambio muy bueno, pero brusco".

Era más grande y recuerdo que con Gilberto Camperos (expresidente de la Liga) solicitamos hacer el foso que no lo tenía. Hoy tenemos un gimnasio completo, fueron épocas duras, pero ahí  vamos”, subraya.

Recientemente al coliseo se le hizo una remodelación del techo que duró seis meses y tuvo una inversión de $4.000 millones.

Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion