El 11 de junio de 1992 murió Rafael José Orozco Maestre, el inolvidable intérprete de El Binomio de Oro. Pasados treinta años de su desaparición, su música le mantiene vivo.
Es noticia: Jessi Uribe acompañó a Paola Jara en el estreno de su nuevo sencillo
Rafael Orozco nació el 24 de marzo de 1954, en Becerril, Cesar, hijo de gente humilde y trabajadora. Se inició en 1975 en el mundo de la música, con Emilio Oviedo, conocido con el apodo de “El Comandante”, con quien grabó dos producciones, destacándose el tema “Cariñito de mi vida“, del entonces novel compositor Diomedes Díaz. Posteriormente se unió al acordeonero Israel Romero. De esa unión surgió el Binomio de Oro.
Este grupo llevó el vallenato a posicionarse en otras esferas, tanto en lo musical como en la parte administrativa de las agrupaciones.
Conozca: A Diomedes Díaz se le sigue recordando a través de sus cantos
Rafael Orozco no solo reflejó el temperamento, la conducta o el modo de ser del hombre costeño, sino que además fue su arquetipo, el modelo, el ídolo de juventudes, el prototipo de hombre y la revolución en el canto vallenato. No era el hombre maduro, de sombrero y abarcas que junto a un compañero en el acordeón transmitía una imagen bastante folclórica.
Era el muchacho apuesto, simpático y arrasador. Era quien interpretaba los temas que llegaban no sólo a la “ Provincia”, sino que se esparcían por todo el país con mensajes diferentes, más universales, núcleo de romances, amores perfectos, traiciones o experiencias que llegaban a inmiscuir al público nacional.
Le puede interesar: Suspenso, emoción e intriga en las plataformas digitales
Y a quienes recuerdan El Show de las Estrellas de Jorge Barón les debe aún emocionar la presentación de aquel muchacho que contrastaba con la imagen que acostumbraba el folclor. Pulido por el espectáculo se presentó en escenarios internacionales de la talla del Madison Square Garden de Nueva York y la Calle 8 de Miami. Además, recorrió Venezuela y alteró el estricto reglamento del Congo de Oro del Carnaval de Barranquilla porque “ Curramba” no dejaba de corear “Que será de mí”.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en: http://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion