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Memorias
Las fiestas patrias de antaño
Por la época de los años cuarenta, según se desprende de las crónicas de entonces, se programaban actos solemnes en las diferentes instituciones. 
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Viernes, 22 de Mayo de 2020

A mediados del siglo pasado y durante mucho tiempo, antes y después de esa fecha, la fiesta patria por excelencia en Colombia, el día de su independencia se celebraba de manera diferente a como la presenciamos en la actualidad. 

Comenzando el siglo y hasta los años del llamado Frente Nacional, en la conmemoración del 20 de Julio, no se realizaban desfiles militares ni se hacía ostentación de poder exhibiendo su armamento y menos su capacidad de reacción ante las posibles agresiones, internas o externas, todo ello porque no se presentían o no se esperaban o tal vez, por la actitud pacifista derivada de las lecciones que dejaron en el viejo mundo las consecuencias de las confrontaciones que dejaron en la ruina, tanto a vencidos como a vencedores.

Por la época de los años cuarenta, según se desprende de las crónicas de entonces, se programaban actos solemnes en las diferentes instituciones, las más representativas de nuestra nacionalidad. En esta ocasión, en nuestra ciudad, tuvieron lugar festejos en el recientemente construido Stadium Santander, en la Escuela Departamental de Música y en la Penitenciaría y Cárcel Modelo, en donde mostraron su agradecimiento patriótico quienes todos aquellos que de una u otra forma tenía relación con estos establecimientos.

Comenzaremos por narrarles que entonces los gobernantes liberales, en el poder desde el año treinta, habían decretado una serie de reformas en el sector de la educación, para desagregarla de la férrea orientación que venía dándole la iglesia católica y darle una visión más laical, entre las cuales se contempló la creación del “Día de la Juventud Colombiana” que se celebraría la víspera del día de la Independencia. Por esta razón, el domingo 19 de julio de 1942, la Dirección de Educación Pública del Departamento organizó un desfile olímpico, como se llamaba entonces la marcha que efectuaban los estudiantes, que dicho sea de paso, causó honda emoción entre el público que asistió al “Stadium” y que fue calificado de “brillante” por la magnífica presentación y disciplina y por la nota colorida y vistosa que los escuadrones de colegios y escuelas pusieron en la celebración. 

Los uniformes que portaban y la impecable marcha que imprimían en el desfile, los colegios de los Hermanos Cristianos, Gremios Unidos, la Escuela Industrial, el Colegio Cúcuta de Señoritas, así como el Reformatorio de Menores, todos ellos acompañados con las bandas marciales de los tres primeros, fue lo que más llamó la atención de los espectadores. 

Ubicados ya en el campo, se presentó una revista de gimnasia, atletismo y danzas por parte de los colegios de bachillerato y la jornada se clausuró con una marcha realizada por un grupo de soldados y suboficiales del Batallón Santander, por esos días acantonados en la ciudad. Muchas felicitaciones comunicó la ciudadanía por intermedio del director de la Escuela No. 4, Adolfo Paz, a los organizadores del acto, el doctor Félix Enrique Villamizar, Director de Educación  y el señor Luis Ernesto Bermúdez, Director de Cultura Física, en un elocuente discurso y con las notas de la Banda del Departamento despidieron el magno acontecimiento.

Mientras tanto, en la Escuela Departamental de Música, los profesores y alumnos, orientados por su director, el maestro Fausto Pérez, organizaron como homenaje al Día de la Patria, un programa cultural que se llevó a efecto en su salón de actos, en las horas de la mañana, evento al cual asistieron el señor gobernador del Departamento, sus secretarios de Gobierno, Hacienda y Educación Pública, el Alcalde de la ciudad, el comandante de la Policía Nacional, los representantes del clero y del colegio Sagrado Corazón de Jesús, quienes ocuparon los puestos de honor. Acompañando a estos dignatarios se congregó un selecto grupo de damas y caballeros de la alta sociedad y algunos elementos de la prensa. El patriótico acto abrió con los discursos de bienvenida pronunciados por el doctor José Manuel Villalobos y el profesor español De Valera. 

En desarrollo de esta función cultural fueron recitadas bellísimas poesías por parte de la señorita Eumelia Duarte y la niña Julieta Prada; trozos de música selecta en el piano y a cuatro manos ejecutaron las niñas Cecilia Hernández Mora y Merceditas Cortés, también presentaron sus actos musicales las señoritas Lolita Jácome y Teodosila Morales y en la ejecución de las Sonatinas número I y III de Clementi, las estudiantes Laura Blanco y Haydée Margarita Gil deleitaron a los asistentes. Sin embargo, el número que más llamó la atención y el considerado más estupendo y ovacionado fue el conjunto formado por los estudiantes de la Escuela, quienes interpretaron como final del acto, el bellísimo y fino vals “Ohio”, y cerrando la presentación, las notas del Himno Nacional.

En las postrimerías de esta celebración, entre las tres y las cuatro de la tarde,  se verificó en la Penitenciaría y Cárcel Modelo, acto que no podía dejar por fuera a quienes se hallaban privados de la libertad. En el solemne episodio, los presos entonaron el Himno Nacional en coro con la orquesta dirigida por el maestro Benjamín Herrera en el salón cultural de la Penitenciaría, adornado para la ocasión con los cuadros de Bolívar y Santander, la bandera tricolor y algunas flores que engalanaban el ambiente.

Asistieron los comandantes de la Policía y el Ejército, el maestro Aurelio Martínez Mutis, la poetisa “Alma Luz”, el director del periódico “El Norte” y un grupo de damas y caballeros invitados especialmente para la ocasión.

La intervención de algunos reclusos se limitó a quienes recitaron sentidos poemas, todos alusivos a las tristes situaciones  que padecen los que están sufriendo las duras condiciones de reclusión y a canciones esperanzadoras por recuperar las libertades perdidas. Una bella improvisación de la poetisa fue delirantemente aplaudida por los asistentes pero especialmente a los reclusos a quienes sus palabras les llegó alma.

Con la presentación sucinta de los gloriosos sucesos de la Independencia, hecha por el maestro de la escuela del Penal, señor Silva Navarro, al terminar la tarde, finalizó el corto ejercicio de observancia patriótica en nuestra Cúcuta de mitad de siglo.

*Gerardo Raynaud D./ gerard.raynaud@gmail.com

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