El Defensor Nacional del Pueblo, Carlos Camargo Assis, inauguró la Casa de los Derechos en el municipio de Puerto Santander, un espacio para garantizar la protección humanitaria a través de acciones de atención, orientación, acompañamiento y asesoría a la población desplazada, refugiada y migrante en esa zona de frontera.
El funcionamiento de este centro, el cuarto en su modalidad en todo el país, contó con el financiamiento de la Unión Europea, en conjunto con la Cooperación Alemana para el Desarrollo (GIZ) a través del programa Promire, en alianza con la Alcaldía de Puerto Santander.
El evento se efectuó en las instalaciones del Polideportivo Elías Sáchica, y contó con la participación de la Gerencia de Fronteras de la Presidencia; Acnur, la Agencia de la ONU para los Refugiados, Gobernación de Norte de Santander.
El Defensor destacó la sinergia entre los entes públicos y organizaciones de cooperación internacional, expresada no solo en infraestructuras físicas, sino que son obras significativas al servicio de los derechos, garantías, promoción, protección y defensa de los ciudadanos.
“Hoy quiero levantar la voz de los derechos de todos los colombianos y de todos nuestros hermanos migrantes, no solo de Venezuela, sino de todos los países que de una u otra manera solicitan de nosotros el abrigo, la protección. Trabajamos por una noble causa, que es la defensa de los derechos de todas las personas”, expresó Camargo.
“Serán 500 personas las que mensualmente se beneficiarán con la atención especializada individual o grupal que brindaremos en esta Casa de los Derechos, una estrategia que cuenta con más de 15 años de historia, y la cual hemos venido desarrollando en asocio con la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados- Acnur”, dijo el Defensor del Pueblo.
Mencionó que la institución que dirige está al servicio de todos sin distinción. “Aquí no hay categorización, no hay estratificación, los derechos son de todos y nosotros estamos obligados como órgano garante de derechos, garantizarle todos los derechos a plenitud, los derechos a todos los colombianos y a todos los hermanos que provengan y soliciten de nosotros ese abrigo protector”, reiteró Camargo.
Hizo un reconocimiento a todas las agencias de cooperación que han creído en el trabajo y causas lideradas por la Defensoría. “Solo con el concurso de ustedes es que podemos llegar a más y mejores lugares de Colombia, que garantice los derechos de todos los ciudadanos”, enfatizó el Defensor.
Por su parte, Judith Schicklinski, asesora técnica del Programa SI FRONTERA de la GIZ / Cooperación Alemana, mencionó que el proyecto trabaja en cuatro ejes, entre ellos con actores estatales y de la sociedad civil para apoyarlos en herrramientas sobre cómo mejorar los servicios a la población migrante y de acogida en el país.
“Esta casa permitirá a las personas poder ejercer sus derechos. Hemos hecho un acuerdo tripartido con la Defensoría y Alcaldía de Puerto Santander para alcanzar esta inauguración para que quienes estén aquí puedan tener una amplia gama de servicios como psicológicos, en el ámbito laboral y mejorar su calidad de vida. Estará dirigido también para la población local”, agregó Schicklinski.
El gobernador de Norte de Santander, Silvano Serrano, mencionó que la articulación ha permitido trabajar de la mano para generar planes que promueven el bienestar social y oportunidades para todos. Añadió que sería necesario llevar este tipo de casas a Tibú, Ocaña y Pamplona.
Mientras que la alcaldesa de Puerto Santander, María Virginia Torres, indicó que este es un proyecto de gran impacto porque brindará protección y garantía de los derechos de la población colombiana y migrante venezolana. Añadió que Acnur trabaja en la ampliación del espacio de apoyo para atender a más personas.
Lo que ofrece el espacio
- Un auditorio, llamado Sonia Cristina Torres, en homenaje a la funcionaria de la Defensoría de ese municipio, fallecida por COVID-19. El lugar tiene capacidad para 60 personas con un video beam de alta resolución y equipo de sonido para atender a todas las personas vulnerables.
- Sala didáctica para niños.
- Tres cubículos para atención personalizada.
- Sala de juntas, pensada para el trabajo articulado entre las distintas entidades.
- Sala de espera para personas adultas, para prestarles servicios de atención.
- Sala privada, para casos especiales (víctimas de violencia basada en género).
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