Donald Trump convirtió este viernes a la primera dama, Michelle Obama, en el blanco preferencial de su agresiva oratoria, por primera vez en esta campaña presidencial, atacándola por comentarios formulados en el pasado contra Hillary Clinton.
Durante un discurso en Fletcher, Carolina del Norte, Trump dijo que el país era gobernado por "un grupo de perdedores y de bebés", y que el presidente Barack Obama y su esposa apenas querían "salir a hacer campaña".
Sin embargo, Trump fue más allá y dijo tener claro hasta qué punto a Michelle "le gusta mucho Hillary. ¿Pero no fue ella quien dijo que 'si no puedes cuidar de tu casa no eres capaz de cuidar de la Casa Blanca o cuidar del país?'".
Fue Michelle "quien comenzó con eso. Nosotros no podemos decir eso, es demasiado bajo. Pero ella lo dijo, y ahora nadie habla de eso", apuntó Trump.
Efectivamente, en un discurso pronunciado durante las primarias demócratas del partido Demócrata de 2008 y en favor de su marido, el entonces senador Obama, Michelle había dado una profunda estocada a Hillary, que también era candidata, por las infidelidades de su marido Bill.
"Uno de los más importantes aspectos de esta elección es mostrar como debe ser una buena familia. Y pienso que si no puedes administrar tu propia casa, no puedes administrar la Casa Blanca", había dicho Michelle en esa oportunidad, en una frase que fue inequívocamente considerada una referencia al matrimonio Clinton.
En esta campaña, sin embargo, Michelle pronunció varios discursos en favor de Clinton, en especial uno el 13 de octubre en que humilló la conducta de Trump ante denuncias por haber manoseado mujeres.
Un portavoz de la Casa Blanca ya había advertido a Trump después de ese discurso de Michelle.
"No puedo imaginar una forma más audaz para que Donald Trump pierda aún más su estatura, que atacar a la primera dama de Estados Unidos", había dicho Eric Schultz, un portavoz del poder ejecutivo estadounidense.