La madrugada del miércoles, un ataque con proyectil guiado desde el aire acabó con la vida de Ismail Haniyeh, líder político del movimiento extremista palestino Hamás, en Teherán, la capital de Irán.
El ataque ocurrió alrededor de las 2 de la mañana, hora local, en una residencia para veteranos en el norte de la ciudad, donde Haniyeh se alojaba tras asistir a la investidura del nuevo presidente iraní, Masoud Pezeshkian.
El medio estatal iraní IRNA reportó que el ataque también resultó en la muerte de un guardaespaldas de Haniyeh. El gobierno iraní ha iniciado una investigación para determinar la procedencia del proyectil y los detalles exactos del ataque.
“Hamás declara mártir al hermano dirigente Ismail Haniyeh ante el gran pueblo palestino y los pueblos de las naciones árabes e islámicas y todos los pueblos libres del mundo”, señala el comunicado del grupo.
Hamás ha denunciado el hecho como un “ataque sionista”, responsabilizando a Israel, aunque el gobierno israelí ha rechazado realizar comentarios al respecto, limitándose a señalar que no responderá a los informes de los medios de comunicación extranjeros.
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Haniyeh, de 62 años, había sido una figura central en Hamás desde que se unió al movimiento hace décadas y se convirtió en su líder político en 2017. Fue designado como “terrorista global” por Estados Unidos en 2018, aunque Haniyeh continuó desempeñando un papel diplomático, viajando por el mundo y reuniéndose con líderes y personalidades globales, especialmente en el medio oriente.
El ataque contra Haniyeh ocurre en un momento crítico para las negociaciones de alto el fuego entre Israel y Hamás, mediadas por países como Qatar y Egipto. Estas conversaciones, que habían mostrado signos de progreso, ahora están en riesgo tras la muerte del líder palestino.
Haniyeh tenía un papel crucial en las discusiones sobre la liberación de rehenes y el cese de hostilidades durante la reciente guerra en Gaza. Había afirmado que Hamás estaba dispuesto a negociar un acuerdo, pero que este debía incluir la retirada de Israel de Gaza y una garantía de un cese permanente de las hostilidades, demandas que Israel había calificado de “inaceptables.”
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El impacto del asesinato de Haniyeh podría ser profundo. Diversos países y organizaciones internacionales han condenado el ataque y expresado su preocupación por una posible escalada en el conflicto. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Catar, que ha desempeñado un papel crucial en las negociaciones de paz, advirtió que la muerte de Haniyeh podría sumir a la región en el caos y socavar las posibilidades de alcanzar una paz duradera.
Turquía, China y Rusia también han manifestado su inquietud por el deterioro de la situación en Medio Oriente.
La reacción de Hamás ha sido de firmeza. Un portavoz del grupo ha declarado que están “dispuestos a pagar varios precios” y que el asesinato de Haniyeh no logrará los objetivos de Israel ni hará que Hamás se rinda. Este tipo de declaraciones sugiere que el grupo palestino podría adoptar una postura más agresiva en respuesta al ataque, lo que incrementaría el riesgo de una mayor escalada en el conflicto.
La muerte de Ismail Haniyeh es un golpe significativo para Hamás y para los esfuerzos internacionales de mediación en el conflicto israelí-palestino.
*Con información de El Colombiano
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