Control de armas, conflictos
En los últimos años, Moscú y Washington se han acusado recíprocamente de violar acuerdos de seguridad, en particular uno crucial de armas, el Tratado sobre Fuerzas Nucleares (misiles) de Rango Intermedio, que quedó suprimido luego de que el expresidente Donald Trump se retirara en 2019.
En junio, Rusia abandonó formalmente el Acuerdo de Cielos Abiertos, que permitía a los Estados firmantes realizar vuelos de vigilancia y compartir datos con sus aliados después de que Estados Unidos hiciera lo mismo el año pasado.
Sin embargo, Putin y Biden extendieron en febrero el tratado nuclear New START --último acuerdo de reducción de armas que queda entre Rusia y Estados Unidos.
Putin hizo hincapié en una nueva carrera armamentista e hizo alarde de las armas de próxima generación rusas que, en su opinión, vuelven obsoletos los sistemas de defensa antimisiles occidentales.
Perduran las tensiones respecto a los conflictos en Siria, Libia y Ucrania. En abril, Rusia destacó más de 100.000 efectivos cerca de sus fronteras con Ucrania y en Crimea, lo que a su vez provocó advertencias de la OTAN.- Tensiones diplomáticas -
Las tensiones diplomáticas entre Moscú y Washington se dispararon a partir de que Biden asumió su cargo.
Después de que Biden comparase en marzo a Putin con un "asesino", Rusia, en un raro gesto, llamó a su embajador en Washington a consultas y señaló que su par estadounidense también debería trasladarse a Washington.
Cuando Estados Unidos, en abril, anunció sanciones por piratería informática contra Rusia, también expulsó a diez diplomáticos de este país. Moscú respondió de la misma forma y además prohibió a la embajada estadounidense contratar a ciudadanos extranjeros entre su personal.
La representación estadounidense se vio obligada a suspender la mayoría de sus servicios consulares.
En mayo, Rusia designó formalmente a Estados Unidos como un Estado "hostil". Por ahora, el único otro país que integra esta lista es República Checa.
Prisioneros
Se espera que el futuro de varios prisioneros de ambos países figure en la agenda. El exmarine estadounidense Paul Whelan ha estado encarcelado durante 16 años en Rusia por espionaje. Instó a Biden a organizar un intercambio de prisioneros y en una entrevista reciente afirmó haber sido víctima de la diplomacia de rehenes.
Otro ciudadano estadounidense, Trevor Reed, fue condenado a nueve años de prisión en 2020 bajo cargos de haber agredido a agentes de policía rusos en estado de ebriedad.
Moscú podría contemplar el retorno del célebre traficante de armas ruso encarcelado en Estados Unidos, Viktor But, y de un piloto contratado y presunto narcotraficante, Konstantin Iaroshenko.
La madre (anciana) de But ha pedido a Biden y Putin que acuerden la liberación de su hijo.