El pasado viernes se conocieron detalles de un atroz hecho que sacudió a Chile. Un colombiano, de nombre, Andrés Hernández Toro, fue detenido por el homicidio de una mujer en ese país. El cuerpo de la víctima, María Angélica Ascuí, fue encontrado bajo un puente, envuelto en papel y atado con alambre, en la provincia de Chiloé.
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Esto relató el confeso asesino
“El parcero”, como se hacía llamar el principal sospechoso, se entregó voluntariamente y confesó el atroz crimen.
"Vengo a entregarme, yo maté a la mujer que encontraron bajo el puente. No puedo más con la culpa”, dijo.
Todo habría comenzado por la disputa de una cabaña que Hernández planeaba comprar, la víctima la habría ofrecido por unos 40 millones de pesos chilenos. El confeso asesino pagó un adelanto de unos casi 4 millones, y luego iba pagando a cuotas lo restante. Sin embargo, Ascuí, días después, le confesó a Hernández que atravesaba serios problemas financieros, incluyendo el posible embargo de la cabaña, lo que generó rabia en el confeso asesino, lo cual llevó a que este pidiera la devolución de lo abonado a la mujer. No obstante, Ascuí se negó.
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Días más tarde, volvieron a encontrarse para seguir con la conversación, pero ya la tensión era demasiada. Hernández aseguró que: “me dijo que si ella perdía, yo también, y sin mediar provocación me pegó una cachetada”.
Tras la agresión la reacción de Hernández fue muy violenta: “ante la agresión, saqué una lima de motosierra que tenía en el bolsillo de mi pantalón y se la enterré en la costilla izquierda”, confesó, según el medio ‘Radio Bio Bio’ en Chile.
Pese a la cruel respuesta, la tensión siguió aumentando y la mujer lo volvió a golpear, esto hizo que el confeso asesino se enfureciera más y no mediara más en sus acciones. Sigue Hernández en su relato.
“Ya no fue una sola vez que le enterré la lima, fueron muchas veces. Todas se las pegué en la costilla izquierda”, admitió.
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La víctima seguía con vida y, según el testimonio de Hernández, le pidió que acabara con su sufrimiento. “María me dijo que acabara con su sufrimiento”, sostuvo, quien afirmó que entonces le cortó el cuello con una espátula. “Ahí María dejó de sufrir”, sentenció.
El confeso asesino durmió junto al cadáver y luego lo desmembró
Pasadas las horas desde que cometió el atroz hecho, Hernández confesó que se fue a dormir y dejó el cuerpo de Ascuí en la cama. Ya al siguiente día, intentó moverlo, pero no logró su cometido debido al peso de este. Así que en este momento toma otra macabra decisión, decide desmembrar el cuerpo.
“Yo en Colombia era carnicero, fue por ello que no me costó hacer lo que hice y tampoco me dio asco”, declaró.
Tras cometer el acto, el confeso asesino guardó las extremidades de la mujer en una bolsa de basura y luego las llevó al puente donde fue encontrado en Chiloé, lo amarró con alambres y lo dejó tirado.
La Fiscalía continúa recopilando pruebas y prepara el terreno para imputar los cargos al confeso asesino.
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