Un año después de que Juan Carlos I se fuera de España, las investigaciones en curso sobre la fortuna del rey emérito dañan su imagen y comprometen el regreso del padre del actual monarca, Felipe VI.
"No volverá sin el visto bueno" de la Casa Real, sentenció el periodista José Apezarena, autor de varios libros sobre Felipe VI, a preguntas de AFP.
Y "la posición de la Casa Real es que no vuelva hasta que sus problemas con la justicia acaben", añadió.
En una decisión que causó sorpresa, Juan Carlos I, de 83 años, anunció hace un año que se iba de España para evitar que sus asuntos personales minaran el reinado de su hijo y mancharan la institución.
Sin embargo, su decisión de instalarse en el Golfo, concretamente en los Emiratos Árabes Unidos, en una región donde se dieron algunos de los negocios que desataron el escándalo, creó perplejidad entre los españoles. El exmonarca es objeto de cuatro investigaciones, tres en España y una en Suiza. Tanto Suiza como España analizan por separado si recibió comisiones por facilitar la adjudicación a un consorcio español de la construcción de un tren de alta velocidad en Arabia Saudita.
Las sospechas se centran en los 100 millones de dólares (85 millones de euros) que el difunto rey saudita Abdulá depositó presuntamente en una cuenta bancaria suiza en 2008 a la que Juan Carlos tenía acceso.
Dos regularizaciones con Hacienda
Otras dos investigaciones siguen abiertas en España, una por la presunta existencia de un fondo fiduciario en la isla de Jersey vinculado al rey emérito y otra por el uso no declarado de tarjetas de crédito de cuentas que no estaban a su nombre.
Además, según la prensa, su antigua amante Corinna Larsen, una empresaria alemana que recibió dinero de Juan Carlos I, le demandó en el Reino Unido por acoso y espionaje.
Los monarcas españoles disfrutan de inmunidad durante su reinado, pero la abdicación de 2014 le dejó expuesto a consecuencias penales. Aunque no ha sido formalmente acusado de ningún delito, las investigaciones siguen activas, dañando la reputación de quien encabezó la transición a la democracia tras la dictadura del general Francisco Franco.
De hecho, su exilio le impidió asistir a los actos de conmemoración del 40ª aniversario del fracaso del golpe de Estado de 1981.
Durante su exilio, Juan Carlos ha saldado en dos ocasiones sus deudas fiscales con las autoridades españolas, por casi 680.000 euros en diciembre y casi 4,4 millones de euros en febrero.
Estos gestos se percibieron como un intento de frenar demandas judiciales, pero las autoridades fiscales no han dicho todavía si son suficientes.
"Solo y bastante aburrido"
Aparte de eso, Juan Carlos se ha mantenido totalmente apartado de los focos públicos.
Sus hijas Elena y Cristina lo han visitado en su residencia de la isla de Nurái, en la costa de Abu Dabi, pero no hay constancia de que lo haya hecho su esposa Sofía.
"Está solo y bastante aburrido", estimó Apezarena. Sólo habló con los medios en una ocasión desde que se fue, cuando, en relación a unos rumores sobre su salud, dijo a OKDiario: "estoy bien de salud, hago dos horas de gimnasia todos los días".
Abel Hernández, otro periodista experto en la monarquía, cree que el rey emérito volverá a España a finales de año.
Es "el rey que ha traído la democracia a España, (...) todavía nadie lo ha acusado de nada y aparentemente ha regularizado su situación con Hacienda".
"No parece muy normal que siga fuera de España", añadió Hernández.
Felipe VI mantiene la distancia con su padre, y el año pasado renunció a su herencia e interrumpió los pagos de palacio a su padre.
Dos sondeos desde inicios de año muestran que el apoyo a la monarquía ha aumentado desde que Juan Carlos se trasladó al extranjero y ya es mayoritario.