Al menos 25 personas murieron en China, varios en el tren subterráneo de la ciudad de Zhengzhou, según un balance divulgado el miércoles a raíz de inundaciones que generado una situación "extremadamente grave", según las calificó el presidente Xi Jinping.
Cerca de 200.000 personas fueron evacuadas en Zhengzhou, ciudad de 10 millones de habitantes, situada a 700 km al sur de Pekín.
Imágenes difundidas en las redes sociales mostraban a los pasajeros del metro con el agua hasta el cuello en un vagón, aferrados a las asas.
Un pasajero contó en la red Weibo que los socorristas abrieron el techo de su vagón para sacar, uno por uno, a los pasajeros. Otras imágenes muestran a un pasajero sentado en el techo de su vagón medio sumergido por el agua en un túnel.
El ejército fue llamado para reforzar las labores de socorro en la capital de la populosa provincia de Henan, que ha recibido en tres días el equivalente a un año de lluvia.
La ciudad "registró una serie de tormentas raras y violentas, provocando una acumulación de agua en el metro de Zhengzhou", explicaron las autoridades de la ciudad en un mensaje en la red social Weibo.
Las autoridades decretaron el martes Zhengzhou en alerta roja.
Los servicios de emergencia decretaron alerta de nivel 2 en el conjunto del país por las inundaciones.
Según las autoridades locales, más de 36.000 residentes de la ciudad estaban afectados por el desastre.
Los servicios meteorológicos de Zhengzhou anunciaron que se trata de las mayores precipitaciones desde que se empezaron a recopilar datos hace 60 años.
El presidente Xi instó a la movilización ante la inclemencia del tiempo. "Han cedido represas, provocando graves heridas, muertes y daños. La situación por las inundaciones es sumamente grave", declaró, según informa la televisión nacional.
Represa en peligro
La mirada está puesta también en la brecha de 20 metros abierta en el muro de la represa de Yihetan, cerca de Luoyang, una ciudad de 7 millones de habitantes, y que "puede romperse en cualquier momento", advirtió el ejército.
Los militares tenían previsto realizar una operación de urgencia para tratar de desviar las crecidas y evitar una catástrofe.
Las lluvias estacionales provocan cada año inundaciones en China. Pero la amenaza ha crecido en los últimos años, debido a la construcción de represas o desviaciones del cauce de los ríos que a menudo han cortado las conexiones existentes entre los ríos y los lagos adyacentes.
El año pasado, las inundaciones sin precedente en el suroeste dañaron carreteras y provocaron la evacuación de decenas de miles de habitantes.
El sufrimiento de Alemania
Por su parte, el gobierno de Angela Merkel desbloqueó el miércoles una primera ayuda de urgencia de 200 millones de euros para los afectados por las mortales inundaciones en el oeste de Alemania, donde se prevé una reconstrucción lenta y costosa.
El consejo de ministros aprobó una ayuda federal inmediata de 200 millones de euros (235 millones de dólares) mientras que las regiones, competentes en materia de protección civil, entregarán la misma cantidad, anunció el ministro de Finanzas, Olaf Scholz.
"Haremos todo para que la vida retome su camino", aseguró el ministro socialdemócrata al tiempo que reiteraba la promesa de Angela Merkel de entregar las ayudas "rápido y sin burocracia".
Se trata de resolver los problemas más apremiantes, como asegurar edificios e infraestructuras dañadas en las regiones más afectadas por las inundaciones, así como ayudar a aquellos que lo perdieron todo o bien viven en condiciones precarias, sin agua potable ni electricidad.
"Si hace falta más, daremos más", prometió el ministro.
La federación alemana de compañías de seguros (GDV) anticipo este miércoles que las inundaciones les costarán hasta 5.000 millones de euros (5.900 millones de dólares) en indemnizaciones.
"Prevemos actualmente unas pérdidas aseguradas de entre 4.000 y 5.000 millones de euros", declaró Jörg Asmussen, director general de la federación de las compañías del sector, en un comunicado.
Las inundaciones del 14 y el 15 de julio, la mayor catástrofe natural en el país de las últimas décadas, dejaron un saldo de 170 muertos, según el balance conocido el miércoles.
En Bélgica, hubo 31 fallecidos, lo que eleva a 201 el total de decesos por las fuertes lluvias en Europa.
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