Arepa con quesito o con huevo con hogao, buñuelos, una que otra galleta y una taza grande y caliente, humeante, de chocolate negro. Así es como se ve un buen desayuno Colombiano. Otros tendrán más, le agregan frutas o alguna proteína extra, y muchos otros tienen menos, a veces nada.
Para muchos comer es simple, cotidiano, parte de la rutina. Hay quienes se levantan, caminan hacia la cocina y preparan su desayuno, almuerzo o cena. Otros que, en cambio, deben salir día a día a probar suerte para comer bocado.
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Según la Organización para las Naciones Unidas, es una oportunidad para recordar la fragilidad de las comunidades: “ la alteración de los sistemas agroalimentarios y una recesión económica mundial, junto con el aumento de la inseguridad alimentaria y la desigualdad”. Esto sumado a la pandemia, que aumentó la pobreza global.
Actualmente, más de 811 millones de personas se encuentran en inseguridad alimentaria en todo el planeta.
Además de la desigualdad, hay también que tener en cuenta otro tema: el impacto medioambiental de la producción y el consumo de alimentos. “pocas veces pensamos en la forma como han sido producidos esos alimentos que elegimos, quiénes los han producido y cuántos recursos naturales, económicos o de mano de obra han sido necesarios”, continúa la ONU.
No todos tienen alimento
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, conocida como FAO, indica que al menos 2.000 millones de personas no tienen acceso regular a cantidades suficientes de alimentos nutritivos e inocuos.
Y el secretario General de la ONU, António Guterres, resaltó que cerca de 40 % de toda la población mundial, unas 3.000 millones de personas, no pueden permitirse una dieta saludable y que el hambre, la subalimentación y la obesidad van en aumento.
Situación que la pandemia no hizo sino empeorar: dejó otros 140 millones sin acceso a los alimentos que requieren.
Nos metimos a las casas colombianas y nos encontramos con que desperdiciamos más comida de la que creíamos.🍅🥩🚨
— WWF Colombia (@WWFColombia) September 29, 2021
En cada hogar se desperdician 32 kilos de alimentos cada año.
Conoce más en este estudio llevado a cabo en 8 ciudades⬇️https://t.co/5paBaN0PBX#SinDesperdicio pic.twitter.com/bcTsqlo7wj
Un problema medioambiental
A este paso, el planeta tendrá que sustentar a más de 10.000 millones de personas para mitad de siglo. Esto ejercerá una presión cada día mayor, según la FAO, para el planeta y sus recursos naturales.
“Incluso con los niveles actuales hay que pagar un precio inadmisiblemente alto por la producción de alimentos: degradando o destruyendo hábitats naturales, contribuyendo a la extinción de especies y costando billones de dólares en recursos perdidos y desperdiciados”, dice la Organización.
Conozca:
Los colombianos se están endeudando para gastar másSe trata de una relación directa e inversamente proporcional. Entre más gente, menos recursos y entre menos recursos, más pobreza y desigualdad.
El Programa Mundial de Alimentos destacó que si la temperatura global aumenta 2°C respecto a sus niveles preindustriales, 189 millones de personas más que las actuales sufrirán de hambre.
Y ya hoy se ve el impacto negativo de esa relación injusta entre el ambiente y la alimentación de tantas personas. Según el Fondo Mundial para la Naturaleza, WWF, la producción de alimentos utiliza 34 % de la tierra y 70 % del agua dulce disponibles, impulsa la deforestación y la conversión de ecosistemas naturales, la pérdida de biodiversidad y la erosión del suelo.
Así mismo, genera el 29% de las emisiones de gases efecto invernadero globales, responsables del cambio climático.
Pero no termina ahí. 80 % de las especies de mamíferos y aves clasificadas como cercanas a la extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza están amenazadas por la forma en que comemos y la agricultura ha causado 80 % de la deforestación global.
Lo más triste es que si la comida no se desperdiciara, el problema no sería de tal magnitud, pero 40% de la comida que se produce no se consume, y solo en Colombia el desperdicio se calcula en 1,5 millones de toneladas anuales, según el Departamento Nacional de Planeación.
¿Qué hacer para ayudar?
Según la WWF, estas son tres acciones que puede hacer para ayudar:
1. Comer local:
Preferir alimentos producidos en Colombia y, de preferencia, cultivados cerca de casa, así el transporte y las emisiones de barcos, aviones y demás transporte disminuirán. Buscar mercados y alimentos artesanales y sostenibles.
2. Comer variado:
Desde inicios del siglo 20, cerca del 75 % de la variedad de cultivos del mundo ha desaparecido de los campos de los agricultores y sólo nueve representan el 66% del total de la producción agrícola, explica la WWF.
De las más de 6.000 especies de plantas son solo tres los principales cultivos a nivel global: arroz, trigo y maíz.
El no tener agricultura variada desgasta más los suelos y acaba con sus nutrientes.
3. No desperdiciar:
En el país se pierde o desperdicia el 34% de los alimentos producidos. Eso implica una pérdida de 1,5 millones de toneladas anuales, equivalente a 32 kilos per cápita.
Para esto, se debe comprar la comida en cantidades justas, evitar manipular alimentos que no se van a consumir en las tiendas, aprender a almacenar, guardar las sobras y pedir para llevar en los restaurantes y buscar nuevas recetas que permitan utilizar frutas, verduras y otros ingredientes que están por caducar.
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