Combaten en Yemen o Afganistán, vigilan oleoductos en Emiratos Árabes y hasta complotan en Haití. Curtidos en medio siglo de conflicto interno, militares colombianos en retiro y combatientes ilegales alimentan el mercado siniestro de los mercenarios en el mundo.
Veintiséis colombianos son señalados por autoridades haitianas de haber participado en el asesinato del presidente Jovenel Moise la madrugada del miércoles en su residencia.
Bogotá dijo que al menos 17 de sus exmilitares están presuntamente implicados en el ataque, 15 de los cuales fueron capturados y en tanto dos fueron abatidos por fuerzas haitianas.
La supuesta participación de mercenarios colombianos pone en evidencia un lucrativo mercado transnacional.
"Hay una gran experiencia en términos de guerra irregular (....) el soldado colombiano está capacitado, tiene experiencia en combate y además es una mano de obra barata", dijo a la AFP Jorge Mantilla, investigador de fenómenos criminales de la Universidad de Illinois en Chicago.
No solo son militares retirados quienes atraviesan las fronteras de Colombia, principal exportador de cocaína del mundo, para ejercer violencia a sueldo.
En mayo de 2004 autoridades venezolanas detuvieron a "153 paramilitares colombianos" a los que acusó de ser parte de un plan para asesinar al entonces presidente Hugo Chávez.
Entrenados, empobrecidos y numerosos
Colombia es una inagotable cantera de soldados. Unos 220.000 uniformados integran las Fuerzas Armadas y miles de ellos se retiran por falta de posibilidades de ascenso, fallas de conducta o porque cumplen 20 años de servicio.
Cada año "salen de nuestras filas del ejército entre 15.000 y 10.000 soldados (...) es un universo humano muy difícil de controlar", anotó el coronel John Marulanda, presidente de la Asociación Colombiana de Oficiales Retirados de las Fuerzas Militares (Acore), en entrevista con W Radio.
Se retiran relativamente jóvenes con pensiones bajas y eso los hace "presa de oportunidades económicas mejores", agregó el oficial en retiro.
En su opinión, lo ocurrido en Haití es un "caso típico de reclutamiento" de exmilitares colombianos por parte de empresas privadas para adelantar operaciones en otros países.
Según autoridades colombianas, habría cuatro compañías involucradas en el asesinato del mandatario. Una mujer que se presentó como la pareja de Francisco Eladio Uribe, uno de los colombianos capturados, aseguró que una empresa le hizo a su esposo una oferta de 2.700 dólares por unirse al comando.
Uribe se retiró del ejército en 2019 y se encuentra vinculado a un proceso judicial por el escándalo conocido como "falsos positivos", en el que uniformados ejecutaron a más de 6.000 civiles entre 2002 y 2008 para hacerlos pasar como bajas en combate a cambio de beneficios.
Negocio global
En mayo de 2011 el diario The New York Times reveló que un avión con docenas de exmilitares colombianos aterrizó en Abu Dabi para engrosar un ejército de mercenarios contratados por la firma estadounidense Blackwater para custodiar activos importantes para los Emiratos Árabes.
El mismo diario reveló, en 2015, que cientos de colombianos estaban combatiendo a los rebeldes hutíes en Yemen, ahora contratados directamente por los Emiratos.
Para Mantilla, desde hace un década "hay un boom de esa industria".
En ese momento, Estados Unidos comenzó a sustituir sus tropas en el medio oriente por "empresas de seguridad privada porque implican un menor costo político en términos de bajas y una zona gris en el derecho internacional".
Ante eventuales violaciones a los derechos humanos, "la responsabilidad jurídica la van asumir los autores materiales" y no el Estado o compañía que los contrató, anota el analista.
Hoy existe un mercado global donde empresas estadounidenses, inglesas, francesas, belgas o danesas reclutan mercenarios principalmente en Latinoamérica o en países con conflictos armados como Zimbabue y Nepal.
"Las empresas son legales, pero ello no quiere decir que todas las actividades que estas personas hagan sean estrictamente legales", concluye Mantilla.
Plan del magnicidio
En una rueda de prensa conjunta de los jefes de las Fuerzas Militares, el Ejército y la Policía se dieron a conocer algunos avances de la investigación en curso.
Se sabe que dos de los involucrados, Duberney Capador y Germán Alejandro Rivera, viajaron el 6 de mayo de Bogotá a Panamá y de allí a Santo Domingo, donde estuvieron cuatro días antes de tomar un vuelo a Puerto Príncipe. Los demás colombianos llegaron a República Dominicana el 4 de junio y el 6 cruzaron a Haití por el paso fronterizo El Carrizal.
La "planeación del homicidio" se hizo en 32 días, de acuerdo a una infografía compartida a la prensa.
Las autoridades dijeron tener también información de cuatro empresas implicadas en el crimen, sin ahondar en más detalles.
Moise, de 53 años, fue asesinado a tiros la madrugada del miércoles durante un asalto a su residencia. Su esposa, Martine, quedó gravemente herida.
Taiwán informó que 11 presuntos miembros del comando que asesinó a Moise irrumpieron en su embajada en Puerto Príncipe en un intento de huir, pero fueron detenidos por la policía.
A raíz del asesinato, Haití entró en "estado de sitio" por 15 días, según dispuso el primer ministro.
Soldados profesionales
Manuel Antonio Grosso, detenido por el magnicido, es uno de los "militares mejor preparados del ejército colombiano" a sus 40 años, de acuerdo con el diario El Tiempo.
En su perfil en Facebook, el hombre publicó el 6 de junio 17 fotografías en las que se le ve posando en diferentes lugares turísticos de República Dominicana, como el palacio presidencial en Santo Domingo.
Otro de los capturados es Francisco Eladio Uribe, quien según su esposa salió del ejército en 2019 tras 20 años de servicio como soldado profesional.
El exescolta y conductor fue reclutado por una supuesta empresa de seguridad que le ofreció viajar a otros países como guardaespaldas de familias poderosas, aseguró Yuli, la mujer que se identificó como la pareja del exmilitar detenido en Haití.
En diálogo con W Radio, dijo que su esposo fue contactado por un hombre de apellido Capador, uno de los mercenarios muertos por las fuerzas haitianas tras el magnicidio. "Inicialmente la empresa les ofreció 2.700 dólares mensuales", señaló.
Según su versión, Uribe la llamó el jueves por WhatsApp para decirle que él y sus compañeros "estaban resguardados que porque los estaban buscando". "Él no entendía muy bien lo que estaba pasando (...), fue una conversación muy vaga", sostuvo.
En Colombia, el exmilitar está bajo investigación por la ejecución de un civil que fue presentado como caído en combate, dentro del megaescándalo de falsos positivos que involucra al ejército colombiano en un conteo de cuerpos para inflar sus resultados en la lucha contra las guerrillas de izquierda.
Duque anuncia colaboración judicial
Horas después de que se conociera desde Puerto Príncipe, Haití, la detención de militares colombianos comprometidos en el asesinato del presidente de ese país, Jovenel Moise, el presidente de Colombia, Iván Duque, anunció que su gobierno colaborará para encontrar a los autores materiales e intelectuales del crimen.
Duque, en un mensaje de Twitter, indicó que “acabo de dialogar con el Primer Ministro de Haití @claudejoseph03 (Claude Joseph). Le expresamos nuestra solidaridad y apoyo en estos momentos. Ofrecemos toda la colaboración para encontrar la verdad sobre los autores materiales e intelectuales del asesinato del presidente Jovenel Moïse”.
El mandatario nacional igualmente anunció que ordenó director de la Dirección Nacional de Inteligencia, vicealmirante Rodolfo Amaya Kerklen y al director de Inteligencia de la Policía de Colombia, brigadier general Norberto Mujica Jaime, a que viajen a ese país y prestar la colaboración que se requiera “para unirse al esfuerzo de las autoridades de la nación hermana”.
Oposición pide al Gobierno explicaciones
Congresistas de la oposición continúan pidiéndole al gobierno explicaciones sobre el caso de al menos 26 mercenarios colombianos que habrían participado en el asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moise.
El senador del Partido Verde, Antonio Sanguino, aseguró que Colombia es una vergüenza mundial “por violaciones a los derechos humanos y por mercenarios exmilitares comprometidos en asesinato de Presidente de Haití. ¿Y los mercenarios que desde Colombia incursionaron a Venezuela?”.
A su turno la representante del Partido Verde, Khaterine Miranda, escribió, también desde su cuenta de Twitter que: "Vergüenza nos dará mostrar el pasaporte y saber que el mundo entero nos mira por: asesinar al Presidente de Haití, Estado violador de DD.HH., tener un gobierno con vínculos con el narcotráfico".
El senador del Polo Democrático, Iván Cepeda, anunció que realizará un debate de control político al ministro Diego Molano por la presencia de exmilitares en el asesinato del presidente haitiano.
El candidato Gustavo Petro se preguntó “¿Por qué el Estado ha educado asesinos? Porque la doctrina es la del enemigo interno y no la cultura democrática; Porque los soldados y policías no tienen forma de ascenso en la carrera de manera meritocrática; Porque el sueldo de retiro es malo”.
Roy Barreras, senador y precandidato presidencial indicó que “el uribismo en el gobierno que politizó a las FFMM tiene que asegurarle a la comunidad internacional (y a los colombianos que les pagan el sueldo) que no hay hoy células mercenarias paramilitares enquistadas entre los miembros activos y recién retirados de las FFMM bajo su mando”.
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