La contraofensiva de Rusia en Ucrania, en respuesta a la destrucción del puente de Crimea y a la campaña militar que le está arrebatando los territorios invadidos, despertó una vez más el oprobio mundial.
Al menos 14 civiles murieron y 97 resultaron heridos este lunes como consecuencia de los misiles lanzados por Rusia contra ciudades de toda Ucrania, incluyendo a su corazón: Kiev, la capital. Aunque el Kremlin dijo haber atacado objetivos militares, la destrucción afectó numerosos barrios residenciales. Incluso, un misil impactó al edificio del consulado de Alemania en Kiev, aunque está vacío hace meses.
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En un discurso ante la Asamblea General del organismo, el embajador ucraniano, Sergiy Kyslytsya, denunció que los ataques golpearon instalaciones energéticas, edificios de viviendas, escuelas y universidades, museos y centros urbanos.
“El mundo entero ha visto una vez más la verdadera cara del Estado terrorista que asesina a nuestra gente. Sufriendo derrotas en el campo de batalla, Rusia la toma con los pacíficos residentes de las ciudades”, señaló el diplomático.
El secretario General de Naciones Unidas, António Guterres, consideró que los bombardeos constituyen “otra escalada inaceptable de la guerra”, por la que los civiles “están pagando el precio”.
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Kyslytsya también presentó un proyecto de resolución con el que Kiev y sus aliados buscan que la ONU condene las anexiones rusas de cuatro regiones ucranianas, mediante referendos ilegales.
El proyecto demanda a Moscú dar marcha atrás a sus acciones sobre el estatus de las regiones de Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón, y le exige que retire sus tropas inmediatamente. La votación de dicha resolución se haría el miércoles.
Preocupación mundial
La primera ministra británica, Liz Truss, defenderá este martes en un encuentro virtual del G7 la necesidad de convocar una reunión “urgente” de líderes de la OTAN.
Su propósito es “asegurar que los aliados continúan unidos y determinados en su oposición al comportamiento” de Vladímir Putin.
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La mandataria subrayará ante los otros jefes de Estado que “los avances militares de Ucrania han sido posibles gracias al apoyo internacional que están recibiendo, no solo en términos de ayuda militar, sino también por la asistencia humanitaria y el impacto de las sanciones occidentales contra Rusia”.
Además de Reino Unido, en el G7 están Francia, Alemania, Italia, Canadá, Estados Unidos y Japón.
El presidente de EE.UU., Joe Biden, expresó en un comunicado que “estos ataques mataron e hirieron a civiles, además de destruir infraestructura no militar. Seguiremos imponiendo costos a Rusia por su agresión, haremos que Putin y Rusia rindan cuentas por sus atrocidades, y suministraremos el apoyo necesario para que las fuerzas ucranianas defiendan a su país”.
El Papa Francisco pidió aprender de la historia y no olvidar el peligro de guerra nuclear que amenazaba el mundo hace 60 años.
“También en aquella época había conflictos y grandes tensiones, pero se eligió la vía pacífica. Está escrito en la Biblia: ‘Así habla el Señor: Deténganse sobre los caminos y miren, pregunten a los senderos antiguos dónde está el buen camino, y vayan por él: así encontrarán tranquilidad para sus almas’”, añadió Francisco.
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