A la desarticulación de una presunta banda dedicada a adulterar y a vender medicamentos para tratar enfermedades de alto costo, se le sumó la aplicación de medidas cautelares de extinción de dominio en ocho establecimientos y dos sociedades de esta organización, valoradas en 2.500 millones de pesos.
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La Fiscalía y la Policía adelantaron las investigaciones durante varios meses, por lo que así se percataron de que los presuntos integrantes de esta estructura alteraban los medicamentos y posteriormente los enviaban para venderlos en droguerías ubicadas en Cali (Valle del Cauca), Soledad (Atlántico), Bucaramanga (Santander) y Bogotá.
Las autoridades adelantaron las medidas de extinción de dominio a los establecimientos ubicados en Cúcuta.
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Liliana Patricia Donado Sierra, directora especializada de Extinción del Derecho de Dominio, aseguró que en estos lugares eran almacenados, distribuidos y comercializados medicamentos alterados.
Asimismo, la funcionaria aseguró que los bienes intervenidos quedaron a disposición de la Sociedad de Activos Especiales (SAE).
Los detenidos
Según la Fiscalía, Gerson Eduardo Eugenio Cáceres, Sergio Alberto Ramírez López, Andrey Gustavo Peláez Cárdenas, Ronal Daniel Torres Boada, Jorge Enrique Granados Sanguino, Brinner Yucet Luna Pérez, Cristian Ramón Romero Rocha, Libardo Antonio Parada Velásquez, Ronal Estiwar Capacho Rangel, Olga Cecilia Vega Echeverry, Elder Járrison Ramírez Rueda y otra mujer integraban esta organización delincuencial.
Luego de adelantar las audiencias concentradas, un juez de control de garantías decidió enviar a la cárcel a diez de ellos, mientras que Elder Ramírez recibió el beneficio de casa por cárcel.
Los detenidos fueron procesados por los delitos de corrupción de alimentos, enajenación ilegal de medicamentos y concierto para delinquir.
La investigación que adelantaron las autoridades, también comprobó que la estructura criminal borraba las fechas de vencimiento, registros de lotes de fabricación y la leyenda de uso institucional, lo que dejaba a los productos con un aparente estado de autenticidad y los enviaban a farmacias de distintas ciudades del país por encargo.
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