Para la familia de Luis Mario Márquez Vega la muerte de su ser querido fue una noticia que los dejó atónitos, pues ellos esperaban a que él regresara a Ocaña, de donde era oriundo, para recuperar el tiempo perdido, pero no fue así, el hombre falleció atropellado por una tractomula en Perú, donde había vivido los dos últimos años.
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El accidente en el que murió el hombre, de 25 años, se dio el 15 de enero a las 8:30 de la noche, cuando intentaba montarse en el automotor para viajar de manera informal desde la ciudad peruana Trujillo hasta Colombia, pero ese plan le salió mal.
Según se conoció, el ocañero se resbaló y, al parecer, la tractomula retrocedió, atropellándolo. Aunque varias personas lo auxiliaron, no había nada qué hacer, ya estaba muerto. Las autoridades peruanas se encargaron del levantamiento del cadáver y lo trasladaron hasta una morgue.
Y es que, según una tía, él quería viajar desde Perú para Ocaña, como no tenía los recursos para pagar un bus ni un tiquete de avión, decidió montarse en varios vehículos de carga pesada hasta llegar a Colombia.
“La idea de él era llegar a como diera lugar hasta suelo colombiano y de ahí mirar cómo se montaba en otro vehículo para llegar a Medellín y de ahí hacer lo mismo para arribar a Ocaña”, indicó la tía.
La familia se enteró del trágico accidente porque Luis le dijo a un amigo suyo, minutos antes de que lo arrollaran, que le dejaba la contraseña de su perfil en Facebook para que le avisara a sus seres queridos si algo malo le llegaba a pasar durante el viaje.
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“El muchacho como que también iba con él, por eso se enteró rápido. Todo sucedió rápido, pues el chico le regaló un cigarrillo a Luis cuando estaban afuera de una estación de servicio donde llegan volquetas, tractomulas y camiones para abastecerse de combustible. A los pocos minutos se escuchó el freno de la tractomula y vieron a mi sobrino tirado en el pavimento muerto”, señaló la mujer.
La víctima llegó a trabajar en una charcutería de Perú en enero de 2021, en Ocaña tenía una niña y un niño. En ese municipio de Norte de Santander era conocido por vender melcochas durante varios años, hasta que un día decidió migrar en busca de una mejor oportunidad.
No tienen recursos para repatriar el cuerpo
La familiar indicó que las autoridades peruanas les dieron 10 días para reunir $6 millones para cremar y enviar las cenizas de Luis Márquez hasta Ocaña; si la familia no logra conseguir ese dinero, el cadáver, presuntamente, será vendido a una facultad de Medicina.
“Es un dolor pensar que el recuerdo de Luisito vale ese dinero, porque a nosotros un policía de Perú nos dijo que si no se lograba reunir el dinero para cremar y repatriar las cenizas, las autoridades de allá venden el cuerpo para que lo usen estudiantes de Medicina en pruebas y demás”, explicó la tía.
Los familiares han pedido dinero por las calles de Ocaña, pero hasta el momento no han reunido sino $800 mil, por lo que el tiempo pasa y ellos poco a poco van perdiendo la esperanza en repatriar a su ser querido.
“Nosotros queremos que la Gobernación de Norte de Santander, la Alcaldía de Ocaña, la Defensoría del Pueblo, la embajada con Perú y el presidente Gustavo Petro nos colaboren o con dinero o gestionando ese proceso”, dijo la mujer.
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