A raíz de las últimas precipitaciones, integrantes del Consejo de Gestión del Riesgo y Atención de Desastres declararon la alerta roja en esta zona del país.
El coordinador de esa dependencia, Fernando Sánchez Barbosa, indicó que luego de recibir los pronósticos del Sistema de Alertas Tempranas, SAT, se cambió de color para tomar las precauciones encaminadas a evitar catástrofes naturales.
Explicó que la declaratoria se mide por la cantidad de agua acumulada lo que genera la desestabilización de los terrenos durante la temporada alta de lluvia. “Ya la gente conoce su entorno, estos periodos son cíclicos y se requiere adoptar medidas tendientes a minimizar los efectos de la ola invernal. Debemos ser responsables no arrojando basuras y escombros a los sistemas de desagües, ni construyendo en predios no aptos. Falta mucha conciencia ciudadana y los voceros comunales deben trazar planes de contingencia que contemple el antes, durante y después”.
Los ribereños deben estar pendientes para notificar el aumento intempestivo de los caudales, trasladarse a las zonas altas, mientras avanza la creciente y así evitar tragedias que lamentar.
Igualmente, los moradores del casco urbano deben adoptar los mecanismos encaminados a prevenir agrietamientos de las viviendas y deslizamientos de tierra.
Juntamente con los presidentes de las Juntas de Acción Comunal (JAC) se activaron los planes de contingencia y los organismos de socorro se encuentran en máxima alerta para atender cualquier emergencia.
La situación más apremiante en la parte urbana se presenta en el asentamiento humano Brisas del Castillo donde un derrumbe afectó varias viviendas en la parte posterior ocasionando pérdidas materiales.
Ante el desplome de la paredilla, la señora Marianela Ortiz reportó afectaciones en los enseres de la cocina y electrodomésticos como nevera y estufa.
“A Dios gracias no había nadie en la casa porque estábamos en el trabajo, la tragedia hubiera sido mayor. Necesitamos la ayuda porque aún debemos créditos en los bancos”, detalló Ortiz.
El vecino Juan Carlos Pallares Madariaga, pudo apreciar la manera como el deslizamiento de tierra destruyó gran parte de los sueños de una humilde familia. “De lo alto se vino el barranco y queda uno impotente ante la fuerza de la naturaleza. Pedimos el apoyo para levantar las paredes afectadas”.
Jhonfaner Guerrero Rodríguez manifestó que varias viviendas del sector están en inminente peligro y es urgente la intervención de la administración municipal.
“El riesgo depende de las excavaciones que hagamos a los terrenos aledaños. Se pudo constatar la manera como se escarba la montaña y el desprendimiento de material de la parte superior genera afectaciones en las casas en donde no había gente en ese instante”, reiteró el director de la oficina de Gestión del Riesgo quien prepara un informe para canalizar las ayudas.
Campesinos de algunas veredas reportan deslizamientos de tierra sobre las arterias viales lo que dificulta el traslado de productos hacia las plazas de mercado.
“Los tramos más críticos se encuentran en sectores como Cerro Negro, Espíritu Santo, Sinuga, La Samaritana y Nuevo Amanecer en donde se hace un diagnóstico con la oficina de Infraestructura para enviar la maquinaria”, agregó el funcionario.
El comandante del Cuerpo de Bomberos de Ocaña, sargento Yefrey Peñaranda Páez, señaló que las unidades están disponibles las 24 horas durante todos los días de la semana.
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