Llueve a cántaros
El crudo invierno afecta a todos los habitantes tanto de la zona rural como urbana de Hacarí, que se apresta la próxima semana a celebrar las fiestas patronales de San Cayetano y San Miguel con actividades artísticas, culturales y religiosas en el marco de los 242 años de existencia.
“En vilo, a la espera que amaine la lluvia ya que estamos incomunicados vía terrestre. Todo peso que se invierta para la adecuación de la arteria es perdido, ya que se lo lleva el agua durante los torrenciales aguaceros”, reiteró el mandatario.
Reconoce el apoyo del gobernador, Silvano Serrano, a través de la Consejería departamental de Gestión del Riesgo y Atención de Desastres con el envío del combo de maquinaria, pero la segunda temporada del año ocasiona deslizamientos de tierra y pérdida de la banca.
El gobierno seccional prometió una cifra cercana a los mil millones de pesos para la adecuación de los ramales que conectan con el anillo vial de la paz que une a los municipios de Hacarí-San Calixto y El Tarra.
Explica que a la entrada de la vereda Villanueva, el tramo se encuentra en condiciones deplorables y la inversión es perdida a raíz de las grandes precipitaciones.
“Cae agua mañana, tarde y noche y no hay recurso alguno que aguante, entonces pedimos un salvavidas a la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo y Atención de Desastres”, agregó el alcalde.
Los puntos más afectados se encuentran entre los sitios conocidos como El Espejo, Algarrobos, Los Cedros, La Vega de San Antonio y el acceso al Hogar Juvenil campesino.