Ante el aumento exponencial de casos de coronavirus en Ocaña, fue decretada la alerta roja en el Hospital Emiro Quintero Cañizares.
El agente interventor de la Superintendencia Nacional de Salud, Yamil Roberto Blel Cervantes, manifestó que la capacidad está copada y solamente se atienden a usuarios con carácter de extrema urgencia.
El galeno ordenó la suspensión de todos los procedimientos en el hospital, para evitar la aglomeración y la propagación del virus.
A través de la Resolución 0355 del 25 de abril, se adoptaron las disposiciones para mitigar el riesgo de contagio de la COVID-19 en esta región del país.
Quedan suspendidas las visitas a pacientes hospitalizados. Asimismo, se ordenó la cancelación de cirugías programadas y ambulatorias. También las citas de consulta externa.
El centro asistencial presenta una ocupación del 100 % en hospitalización COVID-19; 140 % en urgencia respiratoria y el 95 % en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
Los profesionales de la salud indicaron que hay 122 casos activos entre los que se cuentan 13 menores de edad y 14 jóvenes, lo que enciende las alarmas de las autoridades locales, que entregaron recomendaciones como el uso permanente del tapabocas, el distanciamiento social, lavado de manos y la asepsia de los lugares.
El agente interventor Blel señaló que la situación es bastante crítica y recomendó al alcalde, Samir Casadiego, endurecer las medidas con el cierre de bares, cantinas y discotecas.
“Estamos haciendo una reestructuración para utilizar las camas de cirugías con pacientes COVID, ya que la tercera ola disparó los casos”, dijo el funcionario.
El alcalde, Samir Casadiego sostuvo que, de continuar la indisciplina ciudadana se decretará el cierre total de la ciudad.