Las prolongadas precipitaciones de los últimos días ocasionaron emergencias en zonas de alto riesgo en el municipio de Ocaña.
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Una vivienda fue demolida en el sector de Simón Bolívar, donde se presenta una falla geológica, para prevenir un desastre. Los ocupantes fueron reubicados en el hogar de paso del barrio La Esperanza.
Miembros del Consejo Municipal de Gestión del Riesgo trabajan en la remoción de los derrumbes existentes en las arterias viales y poda de árboles caídos tanto en la zona rural como urbana.
Esas acciones de los organismos de socorro buscan salvaguardar la integridad física de los habitantes de los sectores afectados por la intensa ola invernal.
Desde la reubicación de 7 familias, la situación ha empeorado y se hace el acompañamiento permanente a los vecinos del asentamiento humano Los Fundadores, donde se reporta una situación similar.
De manera preventiva, se proyecta la demolición controlada de otras casas que se encuentran en un inminente peligro de desplomarse y taponar la vía circunvalar. Personal adscrito a la Defensa Civil, removió árboles, troncos y ramas que estaban en la montaña, evitando de esta manera los deslizamientos.
El coordinador de la Oficina de Gestión del Riesgo y atención desastres, establece un diagnóstico para entregar subsidios de arriendos temporales, así como también la ayuda humanitaria para las familias cuyas viviendas se vieron afectadas por las lluvias que ya cumplen varias semanas.
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“La alcaldía, comprometida con el bienestar de los ocañeros, continúa liderando acciones de prevención, que garanticen y salvaguarden la vida de las personas que atraviesan cualquier situación de emergencia”, reiteró el funcionario quien recomendó a los presidentes de las Juntas de Acción Comunal mantener activos los planes de contingencia para evitar tragedias.
Lluvias no dan tregua
El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, Ideam, pronosticó grandes precipitaciones para los próximos días, lo que puso en máxima alerta a los cuerpos de socorro.
El alcalde de Ocaña, Samir Fernando Casadiego Sanjuán, en consonancia con la Consejería Departamental y la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo y Atención de Desastres, mantiene vigente la calamidad pública con el propósito de canalizar recursos y atender las emergencias.
“La situación es bastante compleja como en el resto del país, las alertas están encendidas y los organismos de socorro atienden a la gente afectada por el crudo invierno”, recalcó.
Con la maquinaria disponible se retiran los derrumbes tanto de la zona rural como urbana de Ocaña y además se lleva la ayuda humanitaria primaria, mientras se mitiga la problemática.
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De acuerdo al reporte del coordinador de Riesgos, Gustavo Paba, se registran 300 damnificados durante la ola invernal y los puntos más críticos se encuentran en los tramos que conducen hacia los corregimientos de Pueblo Nuevo, Buenavista y Agua de la Virgen. Asimismo, problemas hidrosanitarios en el barrio Las Mercedes, deslizamientos de tierra en Cristo Rey, La Santa Cruz, Simón Bolívar y Altos del Norte, e inundaciones en Las Delicias, 20 de julio y La Modelo donde se hace el dragado del río Tejo.
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